Luciano Arruga: Cambió la carátula, desaparición forzada de personas

La movilización popular impuso un avance en la causa

Nos encontramos ante una nueva etapa en la lucha por Luciano Arruga. El 26 de enero hubo una gran jornada de lucha en Lomas de Mirador, al cumplirse 4 años de su desaparición. Miles de personas se acercaron desde el mediodía al lugar, a metros de donde se encuentra el ex Destacamento en donde Luciano fue visto por última vez con vida.


Durante la conferencia de prensa que se brindó en la actividad, Vanesa Orieta, hermana de Luciano declaró: "vamos más allá de Luciano, queremos instalar una problemática que afecta los derechos de los pibes de los barrios más pobres". Además, hubo una mesa con charlas durante todo el día, de la que participaron compañeros de militancia de Mariano Ferreyra junto a otros luchadores; bandas en vivo, con una fuerte presencia del Frente de Artistas y otras actividades culturales.


A lo largo de la jornada se hicieron manifiestas las principales exigencias de la familia de Arruga: el juicio y castigo a los responsables políticos y materiales y el pase a disponibilidad de los policías implicados. Este último reclamo se concretó un día después de la jornada. Hubo también otra importante novedad en los últimos días respecto del caso Arruga: la justicia federal de Morón aceptó el cambio de carátula de la causa a "desaparición forzada de personas". Esto significa que los poderes político y judicial tienen que dar respuestas sobre un desaparecido en democracia, en manos de la fuerza represiva del Estado.


La familia de Luciano espera que los policías hoy separados de sus cargos sean juzgados como responsables de su desaparición. La lucha contra las desapariciones llevadas a cabo por las fuerzas represivas del estado es una de las realidades que desmiente el discurso sobre los derechos humanos que enarbola el kirchnerismo.


El gobierno nunca ha intentado desmantelar a la mafia policial -todo lo contrario, la ha reforzado. Es imposible explicar la impunidad con la que se maneja la policía bonaerense sin el aparato político que la sostiene. Esta nueva etapa en la lucha por Luciano Arruga es la demostración de que sólo mediante la organización y la lucha independientes del Estado fue posible conseguir avances en la causa y masificar un reclamo del que hoy se sienten parte miles de jóvenes y trabajadores.