Masacre de Quilmes: la impunidad sigue


Familiares y amigos de las víctimas de la Masacre de Quilmes se movilizaron a los tribunales de dicha localidad, en repudio a la concesión de prisión domiciliaria a los policías condenados diez días antes por su responsabilidad en la muerte y tortura de cuatro jóvenes en 2004.


 


El 19 de octubre, el Tribunal Oral Criminal N°3 había condenado al ex comisario Pedro Soria a 10 años de prisión, inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y portar armas; 19 años e igual inhabilitación para el inspector Fernando Pedreyra; también 10 años para el cabo Hugo D'Elía, y 9 para el agente Juan Carlos Guzmán. El resto de los policías acusados recibieron penas de entre tres y cuatro años.


 


La resolución judicial llegó cuando se cumplían once años del día en que Elías Giménez (15), Diego Maldonado (16), Miguel Aranda (17) y Manuel Figueroa (17) murieron en la celda de la esa comisaría luego de un incendio de colchones. Los jóvenes, detenidos por averiguación de antecedentes, no recibieron asistencia médica y, al igual que otros detenidos, fueron duramente golpeados y torturados antes y después del motín. Como denunció uno de los abogados de la familia, esas torturas y vejámenes son crímenes del Estado.


 


La impunidad sigue


 


Los jueces tardaron ¡once años! en condenar a los asesinos. Durante todo este tiempo, las madres y familiares sufrieron amenazas e intimidaciones de los policías que rondaban sus casas, incluso en el velatorio de uno de los chicos. Mediante todo tipo de maniobras y dilaciones, siempre en beneficio de los policías acusados, intentaron quebrar su voluntad de justicia hasta que la lucha popular logró, finalmente, sentar a los asesinos en el banquillo.


 


La Cámara de Apelaciones II de Quilmes, integrada por los jueces Rousseau y Falcón, demoró apenas 48 horas en aceptar el recurso de habeas corpus de la defensa de los asesinos para conceder prisión domiciliaria a los policías condenados. Una muestra más de que la Justicia quilmeña, en todos sus estamentos, es un monumento a la impunidad.


 


Expresamos toda nuestra solidaridad con las madres y familiares de las víctimas ante este nuevo acto de injusticia. Llamamos a todos los familiares y víctimas de gatillo fácil e impunidad de Quilmes a emprender una lucha común para obtener justicia para las víctimas de la masacre de la Comisaría 1ª y de todos los casos impunes.