Este miércoles 31 de marzo y después de haber movilizado el 24 de marzo, declaró nuestra compañera Margarita Tapia a sus 82 años, quien fuera detenida en la última dictadura militar junto a su esposo Aldo Capurro, en el 9° juicio de lesa humanidad que tramita en Mendoza, una megacausa que tiene entre sus principales acusados a los agentes de Inteligencia que operaron en la provincia durante la última dictadura militar y que reanudó el pasado 5 de febrero con el testimonio de más sobrevivientes.

En total son ocho causas que investigan lo sucedido con un centenar de víctimas, 60 de las cuales están desaparecidas o fueron asesinadas, y que tiene a 20 exmilitares, expolicías y civiles sentados en el banquillo de los acusados.

Por primera vez se juzgará al Destacamento 144 de Inteligencia del Ejército y a la Fuerza Aérea como parte del aparato organizado de poder, y se han sumado nuevos procesados en el marco del excentro clandestino de detención D2, ubicado en el palacio policial, y la Comisaría Séptima.

“Este destacamento cumplió un rol central como parte del plan sistemático de represión desplegado durante las últimas dictaduras. Su papel fue trascendental en la planificación de los operativos “contrasubversivos” -como solían denominarlos- y también respecto de las decisiones y órdenes que tuvieron como resultado la detención, privación de libertad, torturas, desaparición forzada, apropiación de menores y otros aberrantes delitos. Hay, además, pruebas de la intervención personal de integrantes de esa dependencia en la ejecución material de algunos de los operativos y de su injerencia en las torturas de las y los detenidos. Estos interrogatorios hacían las veces de fuente de información para seguir diseñando el plan represivo”, explican desde el portal Juicios Mendoza.

Margarita, una gran luchadora y militante, que en esa época era parte del PCA (Partido Comunista Argentino), declaró sobre su detención y como fue trasladada a la comisaría 16^ta junto a su esposo Aldo Capurro, un obrero y activista ferroviario, ambos posteriormente comenzaron a militar en la filas del Partido Obrero. Por su parte, la defensa de los represores pretendió responsabilizar a los detenidos y desaparecidos preguntando si ella había visto a sus compañeros armados, a lo que respondió que las únicas armas que vio son las que llevaba la policía y el ejército.

Margarita denunció que no se esta llevando a todos los responsables al banquillo y también la continuidad de la represión de ayer y de hoy.

Que estos criminales estén hoy sentados en los tribunales acusados por los crímenes que cometieron es fruto de la movilización popular, que cada año se moviliza contra la impunidad. Sin embargo, los juicios vienen con importantes demoras por lo que exigimos la continuidad y aceleración de los juicios y la cárcel común, perpetua y efectiva, para todos los genocidas por todos los compañeros.

Queda claro que, a 45 años del golpe genocida, la lucha por memoria, verdad y justicia está más viva que nunca.