Milani: blindaje judicial

MILANI, todo un Poder Judicial para garantizar su Impunidad

El juez federal Daniel Herrera Piedrabuena declaró la nulidad del requerimiento de instrucción en la causa iniciada por la denuncia del ex preso político Alfredo Olivera contra Milani, por su participación en la detención ilegal suya y de su padre en marzo de 1977. Esto implica que la causa vuelve a cero. Para que se siga investigando, el fiscal deberá requerir nuevamente su instrucción.

Esta nueva obstrucción en la investigación no es la primera que ha sufrido la denuncia de Olivera, ya que había estado varios meses paralizada hasta que el fiscal titular, Darío Illanes, se inhibió y el expediente fue tomado por la fiscal subrogante Marta Kunath, quien dictaminó una acción contra autores desconocidos, cuando la denuncia había sido concretamente contra Milani.

Así el expediente pasó al fiscal del Tribunal Oral Federal, Horacio Salman, quien hace poco aceptó los argumentos del defensor oficial de Milani, Nicolás Narbona, sobre que habían confundido al militar con otra persona en el secuestro de Pedro Olivera y de su hijo Alfredo Olivera, negándose a llamar al acusado a indagatoria.

La decisión del juez dilata la causa y transforma en abstracto la posición de la querella de Olivera de impugnación al fiscal Salman, tras tomar conocimiento de la resolución de éste de no llamar a indagatoria ni imputar a Milani.

La causa ahora deberá ser asignada a un nuevo fiscal.

Las razones esgrimidas por el juez dejan al desnudo la arbitrariedad: sostiene que el requerimiento no le permitió ejercer a Milani su derecho de defensa. Esta apreciación contradice al propio expediente.

Milani, a través de su defensa, no sólo dio su versión sobre el funcionamiento del circuito represivo de La Rioja, sino que caracterizó su rol como subteniente e incluso dijo estar sancionado en el momento del secuestro de Olivera, mostrando claramente que entendió plenamente los hechos por los que era acusado.

La decisión judicial arbitraria tiene un solo objetivo: el entorpecimiento del proceso en pos de la impunidad del genocida Milani.

Así el juez Piedrabuena se suma a las acciones de los tres fiscales que intervinieron en el expediente, cuyas acciones también -como se ha puntualizado- han favorecido a que la investigación no llegue a la citación para indagar al represor.

La permanencia de Milani como jefe del Ejército argentino y su control de la inteligencia nacional son un claro aliciente para que el Poder Judicial custodie su impunidad.

¡Destitución inmediata de Milani!


Claudia Ferrero (Apel)