Neuquén: “A Braian lo mató el Estado”

Entrevistamos a Ely Hernández (mamá de Braian), fusilado dentro de un auto por un policía durante la madrugada del 19 de diciembre de 2012. Falleció al día siguiente en el hospital. El policía efectuó el disparo desde atrás, ingresando el proyectil por la luneta trasera del vehículo (acción similar a la que ejecutó el policía Poblete cuando asesinó a Carlos Fuentealba).


-A tres días del fallo que condenó al policía Salas a perpetua por el asesinato de tu hijo, ¿qué balance haces de estos meses de lucha?


-La lucha fue positiva. Este caso arrancó con organización y repercusión política. Fue fundamental. Incluso sirvió para reactivar otros casos que estaban "dormidos". Hubo unidad, cada uno con sus banderas, más allá de las diferencias confluimos en la misma causa. Logramos poner a la policía en jaque. No aislamos el gatillo fácil del resto de los problemas sociales. Porque en Neuquén vivimos como en un sistema de castas, los pibes pobres no tienen oportunidades, los hospitales se caen, los salarios son bajos. A todos los que somos de la clase baja, el Estado nos saquea. Entonces cuando matan a un pibe, es un reflejo de todo esto. El sistema capitalista nos mata, porque nos juzgan por lo mismo a lo que nos lleva.


-¿Qué papel jugó la presencia de Jorge Altamira en el inicio del juicio?


-Muy importante su presencia, es la voz nacional de lo que peleamos acá todo el tiempo. Su presencia rompió la barrera de la censura de los medios. Le dio un respaldo y difusión a la movida en Neuquén, lo llevó a todo el país. Es un ejemplo a seguir en otras provincias. Me puso muy contenta su presencia.


-En Neuquén, en pocos meses, hubo otros asesinatos de jóvenes, de un preso que también era testigo contra las golpizas de los guardiacárceles, el derrumbe de una construcción que desplomó el techo de un hipermercado con varios muertos; sin embargo, no generaron la reacción popular del llamado "caso Braian". ¿A qué lo atribuis?


-Primero, el gobierno no pudo chuparme. En pleno velorio de Braian, el 21 de diciembre pasado, el gobierno me convocó. Lo único que querían era frenar una marcha que habíamos convocado, cuando en otros lugares del país había saqueos. El ministro (de Coordinación del Gabinete, Claudio) Gastaminza me pidió que la izquierda no fuera parte del reclamo, que no se politizara. Yo le contesté: el asesinato de un pibe de 14 años a manos de la policía es político. No fue una tragedia, a Braian lo mató el Estado. No obstante, en ese momento accedí a dejar la marcha para más adelante, para que el pedido de justicia no se diluyera con los saqueos que estaban ocurriendo en otras provincias, pero tres días después hicimos la marcha y allí arrancó todo. A mí me encantaría ver la imagen de mi hijo en una bandera, no quiero marchas de silencio. En otros crímenes, como el derrumbe del hipermercado, con ocho muertos, han optado por marchar en silencio y aún hoy están impunes.