Una caravana de dos kilómetros de vehículos se movilizó el 9 de julio en Neuquén en rechazo a la instalación de una base del Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses en la provincia. 



La movilización tuvo lugar semanas después de que Omar Gutiérrez (el actual gobernador del MPN) recibiera a técnicos estadounidenses para continuar las obras, paralizadas hace tiempo frente al rechazo público que recibió un intento similar del ex gobernador Jorge Capitanich en el Chaco. La instalación presentada “humanitaria” –que había sido autorizada por los gobiernos nacional y neuquino hace cinco años y había comenzado la construcción de los cimientos- es contemporánea del acuerdo que entregó el área Loma Campana a Chevron, tras una represión brutal en las puertas de la Legislatura neuquina.



La caravana, convocada por una Multisectorial, fue desde el monumento a San Martín (en la capital neuquina) hacia la meseta donde se pretende erigir la base, en plena zona de explotación hidrocarburífera y a escasos kilómetros del epicentro de Vaca Muerta. Allí tuvo lugar un acto en el que se leyó un documento.

El Partido Obrero participó de la caravana en unidad de acción contra la base yanqui, y delimitamos nuestra posición con un volante respecto al documento central (que no firmamos) en relación a las posiciones nacionalistas y de encubrimiento del papel jugado por el gobierno nacional del kirchnerismo, tanto en lo relativo a esta base, como a la base militar de China instalada (también bajo el argumento de tareas “científicas”) en el centro de la provincia.