¡Ningún estudiante preso por luchar!

La campaña por el desprocesamiento avanza

Con una concurrida conferencia de prensa, el martes 18 en el Hotel Bauen, la Fuba comenzó la campaña por el desprocesamiento de diez de sus dirigentes.

Los compañeros están procesados por los hechos ocurridos el 28 de mayo en el Rectorado, cuando una movilización de estudiantes y docentes del CBC de Merlo se presentó en la sesión del Consejo Superior para rechazar el cierre de la sede. Finalmente, y como consecuencia de una lucha que duró varios meses, se logró que la sede siguiera abierta y que abrieran otras en zonas cercanas. El procesamiento es una venganza de los Hallú y los Othacehé por la derrota que les propinó la Fuba.

Los compañeros son destacados dirigentes del movimiento estudiantil: entre ellos hay dos de los tres actuales copresidentes de la Fuba, tres ex presidentes, una consejera superior en funciones, presidentes de centros de estudiantes y consejeros directivos de varias facultades. El fallo apunta a descabezar al movimiento estudiantil combativo de la Universidad de Buenos Aires y de todo el país.

Se los acusa de “secuestro coactivo agravado por la cantidad de participantes”, una de las figuras penales introducidas por el falso ingeniero Blumberg, que tiene una condena que va de los 10 a los 25 años. Además se les impuso un embargo por 10.000 pesos a cada compañero y se les prohibió la salida del país. Una muestra de alevosía pocas veces vista en un proceso judicial.

Estuvieron presentes numerosos delegados gremiales, comisiones internas, luchadores populares, organismos de derechos humanos y legisladores.

La campaña, impulsada por la Comisión Directiva de la Fuba, recogió en pocos días más de 400 adhesiones, que se harán llegar pertinentemente a la sala de apelaciones.

Al mismo tiempo, la Fuba y los centros de estudiantes resolvieron impulsar una campaña de agitación en toda la Capital Federal, con actos, pintadas y la pegatina masiva de un afiche que contará con la firma de más de 50 agrupaciones estudiantiles de la universidad.

La lucha por el desprocesamiento de los diez estudiantes de la Fuba debe convertirse en una causa popular. La campaña ya está en marcha.