Nuevo crimen policial en Baradero

Que se vaya el intendente Carossi

Otra vez la Bonaerense -y el poder- cobrándose vidas de jóvenes. Sin que medie agresión ni delito, Lucas Rotella, de 19 años, fue literalmente fusilado a itakazos por el suboficial Kapp, cuando se retiraba de la plaza ante la actitud amenazante de un grupo policial: el maltrato a los jóvenes es pan de todos los días.

Otra vez Baradero es la vidriera nacional del ataque a la juventud y muestra que el aparato represivo y la complicidad del gobierno es el verdadero origen de la inseguridad. Como con Giuliana y Portu hace un año. Miles salimos ese marzo a las calles: asustados, los dueños del poder nos pidieron “confiar en la Justicia”, para desmovilizar. Hoy, los responsables están libres y el intendente Carossi y su primo político, el comisario Fransoia, en funciones.

Lucas no pudo terminar la secundaria porque salió a trabajar como peón de albañil. No es víctima de un loco suelto, sino de un régimen que odia y teme a la juventud, a la que no le puede ofrecer un futuro.

Kapp ya tenía antecedentes de prepotencia y abuso con arma de fuego. Trasladado a otra seccional -así son los “castigos”- volvió a Baradero traído por el jefe policial, con la anuencia del intendente. Por eso debe irse Fransoia, cuyo desempeño debe ser investigado, porque se ataca a jóvenes inocentes y el delito sigue impune. Carossi (FpV) es el responsable político como jefe comunal. ¿Hasta cuándo lo va a salvar el Concejo Deliberante y el gobierno provincial?

Impulsamos la formación de una comisión movilizadora encabezada por la familia, amigos, centros de estudiantes, agrupaciones barriales, sindicatos y partidos políticos, para terminar con la impunidad en este pueblo. Hay que organizarse para terminar con la impunidad y la inseguridad.

Perpetua a Kapp. Fuera Fransoia, investigación del accionar policial bajo su mando. Fuera Carossi, responsable de mantenerlo en el cargo.

• Basta de persecución a la juventud, basta de gatillo fácil!

• Que se vaya la Infantería, no queremos represión ni más muertos.