Finalmente, kirchneristas y macristas lograron que la Legislatura apruebe el traspaso a Nación de los centros clandestinos de detención ubicados en el ámbito de la Ciudad y la disolución del Instituto Espacio para la Memoria (IEM), el organismo autárquico encargado hasta ahora de su administración. Dos semanas antes, la sesión había fracasado bajo la presión de los trabajadores del IEM, los organismos de derechos humanos independientes y la izquierda. Según La Nación (9/5), fue necesaria la intervención de Capitanich para alinear al bloque.

Los K pretenden apropiarse de los sitios de memoria para construir el relato oficial sobre la “década ganada” en materia de derechos humanos; a cambio, el macrismo obtiene su apoyo en materia de endeudamiento, negocios inmobiliarios y privatización del espacio público.

En la sesión, el ambiente estuvo tenso desde primeras horas de la mañana, cuando se reforzaron las medidas de seguridad y se prohibía el ingreso a sobrevivientes de la dictadura y a representantes de organismos de derechos humanos, entre los que se encontraba Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo (LF). El kirchnerismo quería que este paso vergonzante se votara casi en secreto, y mandó a copar los espacios públicos del recinto.

Nora Cortiñas, integrante del Consejo directivo del IEM, había pedido desde el día anterior hacer uso de la palabra. El rechazo a su pedido por parte de los legisladores K y PRO fue unánime. En la sesión, Nora -junto a Elia Espen- reiteraron a viva voz el reclamo de que se les permitiera hablar. El diputado Ritondo (PRO) se los negó nuevamente, ante el silencio de la bancada kirchnerista.

A último momento, se incluyó en el proyecto la creación de un “consejo asesor” que dependerá del jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta, o sea, del gobierno represor del Borda y creador de la Metropolitana.

El legislador del Frente de Izquierda, Marcelo Ramal, resaltó en su discurso que “hasta ahora habíamos asistido a pactos donde unos negocios se cambiaban por otros; ahora transan negocios por un lado, pero quiero quieren ceder, por el otro, la malversación de la memoria y de la conciencia histórica de nuestro pueblo”. Ramal denunció el proyecto “museográfico” que el gobierno nacional tiene previsto instalar en la Esma. “Según ha trascendido, en la próxima reforma del Casino de Oficiales de la Esma tendremos un Salón de los ‘cuadros bajados’. Pero ¿agregarán un salón de los cuadros subidos con la foto del general Milani, represor de la dictadura, a quién este gobierno nacional ha colocado al frente del Ejército? ¿Agregarán a los procesados y detenidos en Las Heras y en Santa Cruz, injustamente enjuiciados? ¿Habrá lugar para los 4.000 procesados por luchar?”.

“El gobierno nacional no puede defender ni reivindicar una historia de los derechos humanos. Un gobierno que impulsa la criminalización de la propuesta no puede arrogarse el ejercicio de la memoria”, dijo.

Con la liquidación del IEM y el traspaso de la Esma, macristas y kirchneristas escribieron juntos esta página negra.

Liliana Alaniz (Apel)