Patricia Bullrich, contra Luciano Arruga y Santiago Maldonado

Que renuncie ya

Tucumán

En una entrevista televisiva en Net TV,  la ministra de seguridad Patricia Bullrich ratificó la doctrina "Chocobar" y mintió sobre la desaparición y posterior asesinato de Luciano Arruga.


A solo días del accionar criminal de la Policía Bonaerense que terminó con la vida de cuatro jóvenes y dejó a una adolescente gravemente herida en San Miguel del Monte, la ministra planteó que “Arruga fue una construcción como quisieron hacer con el caso Maldonado (…) Todo lo que se construyó en el caso de Arruga se demostró que era mentira”. Luego justificó la doctrina "Chocobar", o sea la habilitación para las fuerzas de "seguridad" a disparar por la espalda. Tres barbaridades en unos minutos para absolver al aparato represivo de su responsabilidad criminal. 


Arruga fue secuestrado por la Policía Bonaerense y en 2014 se halló el cuerpo enterrado como NN en el cementerio de Chacarita. En 2008 había sido torturado en la comisaría de Lomas del Mirador por negarse a robar para el aparto policial. Por ese hecho fue juzgado y condenado el policía Julio Torales en mayo del 2015. Los pelos y señales de la mafia policial son claros. Solo la voluntad de lucha de la familia de Luciano y todos los que se solidarizaron con su causa hicieron posible que al menos se avance en las condenas por torturas. Todo el aparato estatal incluido el entonces gobernador Daniel Scioli salió a respaldar a la institución policial.


En el caso de Santiago Maldonado, la única “construcción” que hay es la del gobierno, que buscó encubrir el accionar criminal de Gendarmería, que ingresó a balazos en el predio Pu Lof Cushamen e inició una cacería en el curso de la cual perdió su vida Santiago, que había llegado allí para solidarizarse con la comunidad mapuche. Poco después, el militante mapuche Rafael Nahuel fue fusilado en Villa Mascardi por un efectivo de Prefectura. 


Sobre la doctrina Chocobar: en enero de 2019 Bullrich presentó con bombos y platillos un nuevo protocolo para el uso de armas en las fuerzas represivas. Seguía el modelo de lo actuado por el policía que disparó por la espalda y asesinó a una persona acusada de haber robado previamente. Actualmente el policía está siendo juzgado por “homicidio agravado por la utilización de un arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber”.


Mientras la inseguridad en las barriadas de todo el país recrudece de la mano de los narcos, amparados por el poder del Estado y sus instituciones, el gatillo fácil es habilitado explícitamente por sus responsables políticos contra la juventud oprimida. La ministra debería estar sentada en el banquillo de los acusados por sus públicos vínculos con elementos de los servicios como D’Alesio, de donde salían distintas operaciones de extorsión.


El reforzamiento represivo del gobierno busca amedrentar al pueblo trabajador, en medio del ajuste en curso. Fuera Bullrich, desmantelamiento del aparato represivo.