Perpetua a los asesinos de ayer y de hoy

En abril de 1996, el Partido Obrero levantó la consigna de “Cárcel, Juicio y Perpetua a los asesinos”. Lo hizo en el debate preparatorio de la marcha secundaria en el aniversario del asesinato de Walter Bulacio y generalizaba el planteo levantado por los familiares de una de las tantas víctimas del gatillo fácil de Mar del Plata.


La consigna planteada por el PO y la UJS fue inmediatamente incorporada por el movimiento secundario. Una abogada de la Correpi, María del Carmen Verdú, la impugnó en las reuniones de la Coordinadora Secundaria con el argumento de que “la cadena perpetua no figuraba en el código de procedimientos”. En su lugar, planteaba una consigna anodina (“Por Walter, Victor Choque y los otros”).


En Prensa Obrera, Juan Carlos Capurro le respondió demostrando que, además de “ajustarse a derecho”, la consigna respondía a la intención de los secundarios de denunciar e impedir las penas irrisorias y fácilmente excarcelables. Esto sin mencionar el hecho de que los secundarios tenían todo el derecho del mundo a encabezar su movilización con la consigna que consideraran más adecuada.


La polémica continuó y la doctora Verdú recurrió al periódico Propuesta, del Partido Comunista (27/6/96), para atacar la consigna de “perpetua”, la independencia política de los secundarios y al PO. Esa carta fue respondida por Juan Carlos Capurro (Prensa Obrera, 18/7/96): “Luchamos para imponer no un castigo en abstracto, que en realidad es un indulto disfrazado, sino lo que le corresponde a los que asesinan alevosamente, ocultando pruebas, escudándose en su uniforme y en sus prerrogativas legales (…) Toda pena menor a la que les corresponda es una victoria de ellos, no nuestra”.


En ese entonces, la mayoría de las organizaciones de derechos humanos, entre ellos los propios compañeros de Hijos, apoyaron la posición de la doctora Verdú.


La irrisoria condena a Berges y Etchecolatz y el reclamo de Hijos de “perpetua” pone en claro la justeza de la consigna para los asesinos de ayer y de hoy.