En pleno centro de Santa Fe capital, a la vista de los transeúntes, un policía de civil detuvo el martes 11 de manera ilegal y arbitraria a un menor, acusándolo de haber cometido un delito, reduciéndolo violentamente en el suelo e increpándolo por varios minutos. Instantes posteriores quedó claro que el joven, de 13 años, sencillamente corría porque estaba jugando con dos amigos.

 

El nuevo episodio se integra a la larga lista de abusos policiales en la provincia, que está en el podio nacional de muertes por violencia institucional. Tiene lugar en el marco de la avanzada represiva de Bullrich y Macri con el protocolo que legaliza el gatillo fácil -que ha sido apoyado por el intendente de la capital, José  Corral (de UCR-Cambiemos).

Tanto el gobernador Miguel Lifschitz como su ministro de seguridad, Pullaro, han salido a delimitarse del decreto de Bullrich, en un acto verdaderamente demagógico por parte de quienes mantienen un aparato policial en descomposición, con probados lazos con el narcotráfico y las redes de trata, responsables de las zonas liberadas y del gatillo fácil y denunciados por los múltiples asesinatos a luchadores sociales y por la sistemática persecución a la juventud en los barrios militarizados de Rosario.  A este cuadro se suma la creación en la capital santafecina de la “Guardia de Seguridad Institucional”, cuya actuación se encuentra completamente desregulada.

La política represiva del gobierno nacional, provincial y municipal fomenta y garantiza el gatillo fácil, la barbarie y la persecución a la juventud de la clase trabajadora.

Por el juicio y castigo de todos los responsables del gatillo fácil y la violencia institucional. Por la destitución de todas las cúpulas y miembros de la policía implicados con el crimen organizado. Basta de gatillo fácil. Que los cuadros jerárquicos y los comisarios sean elegidos y revocados por el voto popular.