Por un gran acto contra la represión a los trabajadores

* Contra los desafueros a delegados sindicales – Por la anulación de las causas a Angel Tello (Renault), Germán Pitter (Siderca), Néstor Pitrola (Atlántida), Pablo Llonto (Clarín) y todos los delegados represaliados. Por la reincorporación y el reconocimiento de Carlos Gallo y toda la Comisión Directiva y Cuerpo de Delegados de Fiat-Auto.


* Por la nulidad de las 600 causas penales contra luchadores sindicales y populares de todo el país. Por el esclarecimiento, juicio y castigo a los responsables a los atentados sufridos por dirigentes sindicales, delegados y activistas.


Con estas consignas, el Cta, el Mta, las Internas de Atlántida y de Siderca y otros delegados y Comisiones Internas perseguidos judicialmente están discutiendo la realización de un gran acto contra la represión de los luchadores sindicales.


La ‘cocina’ de la iniciativa fueron las grandes luchas obreras de la etapa. En plena huelga de Atlántida, un grupo de activistas acompañó a los obreros de Siderca, a su Comisión Interna y a compañeros de la Corriente Clasista a una audiencia por el desafuero de su secretario general, Germán Pitter.


Más tarde, en Córdoba, en puerta de Renault, directivos y delegados de Fiat y Atlántida convocaban a coordinar las luchas y surgía el avanzado juicio de desafuero de Angel Tello, principal dirigente de la lista Blanca de Smata Córdoba. Horas antes, en asamblea general en puerta de Fiat, Atlántida se solidarizaba y planteaba una lucha común contra el despido de directivos y delegados de Fiat, cuando aún Carlos Gallo estaba en la planta; recordemos que él fue orador del acto en la ocupación de Atlántida el 3 de abril pasado. No pasó demasiado tiempo para que la saña patronal despidiera también a Gallo.


La huelga docente neuquina reencendió a los piqueteros y fogoneros, cuya onda expansiva se extendió a todo el país. Es pública la represión de Gendarmería y del conjunto de fuerzas policiales y represivas, y la muerte de Teresa Rodríguez, que desata una imponente movilización de repudio junto al paro nacional del gremio docente. Pero es menos conocido el rosario de causas penales, de detenciones e intimidaciones que llovieron sobre los protagonistas de estas gestas, como la decena de compañeros de ATE en Cutral Co, recientemente detenidos. Son menos conocidas la media docena de causas penales contra Atlántida por su ocupación, cortes de ruta, movilizaciones y hasta pintadas en Autopista del Sol. Sus trabajadores y dirigentes son acusados de usurpación de la propiedad, privación ilegítima de la libertad, desacato a la autoridad, incendio intencional, lesiones y otras.


Estas causas penales suman más de 600 contra luchadores populares de todo el país, sean delegados o simples trabajadores, desocupados, estatales, docentes o estudiantes, víctimas además del ensañamiento del ‘gatillo fácil’ contra la juventud.


Así como desde el santiagueñazo se ha ido equipando más y más a la Gendarmería y la policía, gastando los millones que no hay para los maestros o los desocupados, el régimen político, ante las oleadas de lucha cada vez más profundas, está enhebrando una línea de represión ‘democrática’. Se suceden desafueros ilegales por causas ridículas e inventadas, causas penales de todo orden ante cualquier irrupción de movilización (Panario), delitos por corte de rutas o de cualquier otro tipo con pruebas amañadas por el mero testimonio policial, algo que trató recientemente de legislarse para que la policía pudiera investigar antes de la intervención de la justicia. En la misma línea se encuentra el gravísimo proyecto de ley antiterrorista, los testigos encubiertos y arrepentidos, que esperan tratamiento parlamentario.


La reciente movilización de hospitales bonaerenses por un adicional salarial cobró otro tipo de víctima: un delegado de ATE baleado por patotas no identificadas, que originó una importante movilización de repudio por las calles de Lanús. Su esclarecimiento espera, como tantos, el juicio y castigo a sus responsables.


El MTA da cuenta de casos de represalias y persecuciones a compañeros de la UTA ,y están grabadas en la retina de todos nosotros las escenas brutales de represión a las ollas populares de camioneros el año pasado, continuadas también con causas penales. Hace sólo 48 horas, Ilda Bustos, secretaria gremial de la Unión Obrera Gráfica de Córdoba, fue baleada por un patrón.


Y así de corrido. Este acto público debe transformarse en el puntapié inicial de una campaña nacional por el derecho a la lucha, con actos en todo el país. Los trabajadores necesitamos colocar la lucha contra la represión al movimiento obrero como un gran tema político nacional más, al lado de los cortes de ruta, de la lucha de los maestros, contra el pacto infame de la CGT y el gobierno, junto al movimiento por el esclarecimiento del crimen de Cabezas.