Presentamos “Mariano Ferreyra: el diario del juicio” en la Feria del Libro

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La mesa-presentación de “Mariano Ferreyra: El diario del juicio” que tuvo lugar en la Feria del Libro contó con la participación de Marcelo Ramal, Jacyn (autor de las crónicas), María Luján Rey (mamá de Lucas Menghini, víctima de la masacre de Once) y de los escritores Martin Kohan y Diego Rojas.

Los exponentes, a su turno, se expresaron sobre la importancia del libro y su finalidad, tanto como crónica de los hechos y del contexto político que rodearon al crimen de nuestro compañero como respecto a la disputa en torno a la consciencia que el pueblo argentino debe formarse sobre el crimen de Mariano y todo el proceso posterior.

En esta línea, el legislador Marcelo Ramal, expresó: “El Diario del Juicio refuta la idea de que el gobierno participó o colaboró con la condena, al relatar qué hicieron y qué papel jugaron en esos días cruciales los que hoy quieren atribuirsela”.

En el libro se señalan los ataques de CFK y Nilda Garré a la militancia del Partido Obrero, apenas ocurrido el crimen, y la persecución y detención posterior de militantes ferroviarios del PO en el marco de los ataques oficiales. Documenta cómo el kirchnerismo sostuvo en sus puestos a los funcionarios involucrados penal y políticamente en el crimen de Mariano y se empeñó a fondo en la defensa de la tercerización y los negocios montados por los K en los ferrocarriles. El ataque al PO, el ataque a los tercerizados, la defensa de Jaime, de Schiavi, no tenía otro objetivo que poner a salvo este negocio criminal que también condujo a la masacre de Once.

En los testimonios judiciales presentes en las crónicas aparece de modo implacable cómo se articuló entre el Estado, las empresas y la burocracia el negocio sostenido sobre la precarización de los trabajadores por un lado y la inseguridad de los usuarios por el otro. Ese trípode de responsabilidades está presente en cada página del libro y demuestra por qué el de Mariano fue un crimen político.

El libro también incorpora una conclusión final. La sentencia dictada por el TOC 21, deja las indicaciones de una futura absolución por parte de un tribunal superior. Por ejemplo, el argumento absurdo de que no podía hablarse de una premeditación criminal porque “a Pedraza no le convenía un muerto” o que, pese a la contundencia de las escuchas que lo involucran, “Tomada intentaba sacarse de encima a Pedraza”. Hoy, el fallo que condenó a Pedraza se encuentra en instancia de revisión en la Cámara de Casación, y estamos luchando contra las maniobras dirigidas a revertir o atenuar las condenas de Pedraza y los suyos.

El escritor Martín Kohan habló sobre la “disputa de las palabras” a lo largo del juicio que relatan estas crónicas. “En el juicio hubo que ajustar los términos para que al decir tercerizados se pudiese entender ferroviarios: en la connotación ideológica de las palabras vino a alojarse así la pelea librada por el Partido Obrero contra el aparato sindical y su real carácter. Para poder recuperar para sí la palabra del trabajo, ferroviarios, no fue menos decisivo quitársela a los asesinos: llamar a la patota, patota. La disputa por las palabras resulta entonces política en el sentido más fuerte”.

Por su parte, María Lujan Rey intervino de manera clara y conmovedora: “Sentí que el libro me abrió los ojos en muchas cosas que seguramente pasaron frente a mí y no atendí. El crimen de Mariano lo viví como muchos con dolor, con tristeza, pero como lejos, como que a mí no me tocaba. Y escuchaba hablar de la corrupción, de las mafias, de esto que hoy denomino trilogía siniestra… y entiendo que no estaba lejos de mí, que estaba al lado mío y que está al lado de cualquier argentino y que la corrupción, que las mafias nos matan en cualquier lado… “Puso de manifiesto también que se repiten en el juicio oral por la masacre de Once -que ya lleva dos meses- los nombres de los responsables del crimen de Mariano, y que se llegó a la condena de Pedraza y el inicio del juicio por la masacre gracias al acompañamiento social.

A su vez, el autor del libro, Jacyn se refirió a la “otra” finalidad de este Diario del Juicio: “Yo tuve la suerte de ser compañero y amigo de Mariano. No fue por eso que me tocó ser el cronista del libro, fue por otras circunstancias, pero espero que el libro sea también, a su vez, un justo homenaje y despedida a un amigo tan querido como fue Mariano”.

Valeria (Apel)