Prosa para Mariano Ferreyra

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Mi bandera no tiene estrellas, tampoco rayas, soles ni blasones. La alzan miles de personas y son gritos que le dan vida a la vida. Son gritos que le pegan fuerte a la injusticia social, gritos verdaderos, por eso nos quieren acallar… Son gritos en pintadas que duelen, por eso las tapan. Algunas madres y abuelas que dejaron de alzar mi bandera por simples migajas de justicia, una justicia que en la cruel realidad nunca llega a ser completa. A un gobierno que tiene de aliado a Gerardo Martínez, entregador de luchadores a la dictadura, nunca se lo puede denominar como gobierno de los derechos humanos. De qué derechos humanos me hablan, si quienes en este momento están en el gobierno, en las épocas de la dictadura se enriquecieron con la circular 1.050. Que si de genocidas hablamos, no olvido que en estos años desaparecieron Julio López y Luciano Arruga. A miles mataron por levantar mi bandera que es la bandera de los oprimidos. Pero más nos matan, más resurgimos y más fuerte pediremos Justicia, más pintaremos paredes y muros, más retumbará nuestra voz. Hoy nuestra voz aclama: Que muera la burocracia sindical y Justicia por el asesinato de Mariano Ferreyra Presente.