El sábado 29 por la noche, cuando el Frente de Lucha se encontraba festejando el triunfo en el Colegio, los compañeros fueron objeto de una provocación policial. El boliche en el cual se encontraban fue rodeado por 5 patrulleros, que dijeron haber concurrido por reclamos de la dueña del lugar. Lo cierto es que cuando el nuevo presidente del centro —Andrés Rieznik— se identificó como tal y reclamó contra la prepotencia represiva, fue sacado a los empellones y golpes y conducido con otro compañero de la lista —Mario Firmenich— a la comisaría 2a. Allí volvió a ser amenazado y golpeado, hecho que fue constatado por la médica que se hizo presente ante la exigencia del compañero. Permaneció en la Comisaría durante varias horas y se le aplicó el edicto por “ebriedad”, a pesar de que se encontraba perfectamente en sus cabales (¡la policía cree que sólo un borracho puede oponerse a sus manoseos, golpes e intimidaciones!).

Cuidado compañeros: hay que tomar en serio estas provocaciones. Es lo que han hecho los compañeros del Centro recién electos, que al cierre de esta edición, reclamaban junto a las autoridades del colegio, de la UBA y de la Federación Estudiantil, la exigencia al ministro del Interior de que se anule la aplicación del infame edicto y la investigación y castigo de los responsables por los malos tratos y la golpiza policial.

¡Bravo!