Represor de sotana

Uno de los casos en el que el cura Christian Von Wernich estuvo involucrado fue en el de los homicidios de María del Carmen Morettini, Cecilia Luján Idiart y Domingo Moncalvillo, tres de siete detenidos a los que Camps había ofrecido sacar del país. Las familias de los desaparecidos habían aportado dinero para pagar los costos que, al menos en un caso, se encargó de recolectar el sacerdote.

En 1984, el policía Julio Emmed relató: “En la Brigada nos esperaba el padre Christian Von Wernich, quien había hablado y bendecido a los ex subversivos, y les había hecho una despedida en la misma Brigada. En el coche donde iba yo se encontraba el padre. (…) Se descendió a los tres cuerpos de los ex subversivos que en ese momento estaban vivos. Los tiraron a los tres sobre el pasto, el médico (Jorge Bergés) les aplicó dos inyecciones a cada uno, directamente en el corazón, con un líquido rojizo que era veneno. Fuimos a asearnos y cambiarnos de ropa porque estábamos manchados de sangre. El padre Von Wernich me habló de una forma especial por la impresión que me había causado lo ocurrido. Me dijo que lo que habíamos hecho era necesario, que era un acto patriótico y que Dios sabía que era para bien del país.”