“Retiro” de TBA: Después de Cirigliano, vienen sus socios

Después de los 51 muertos de la estación Once, y de otros mil que deja TBA a lo largo de veinte años en el Mitre y el Sarmiento, el gobierno ha resuelto tapar el derrumbe de esta privatización ferroviaria con otro fraude. Le retira a TBA-Cirigliano sus concesiones para formar una "unidad de emergencia" (Ugofe) con otros vaciadores, los grupos Roggio y Romero. Cirigliano es socio de ellos en otra Ugofe, la que gerencia el ferrocarril Roca desde 2007, cuando le quitaron la concesión a Taselli en favor de todos ellos. La privatización ferroviaria se ha convertido en una noria, donde unos vaciadores relevan a otros a medida que van fundiendo a sus concesiones. La organizadora de este desfalco es la Secretaría de Transporte del kirchnerismo, junto a la burocracia de los sindicatos ferroviarios.


La catadura de la sociedad Cirigliano-Roggio-Romero en el ferrocarril Roca tomó estado público a partir del crimen de Mariano Ferreyra. Las evidencias sobre la malversación de los subsidios por parte de la Ugofe son múltiples, e incluyen hasta los sueldos del personal. La Ugofe habilitó los permisos laborales para que una patota al mando de Pedraza participara de una "acción ejemplificadora" contra los tercerizados ferroviarios, que terminó con la vida de Mariano e hirió de gravedad a Elsa Rodríguez. Con esa historia de complicidades recíprocas, queda claro que el retiro de TBA tendrá las espaldas bien cubiertas por sus socios, incluso si -como afirma el gobierno- Cirigliano también es apartado de la "unidad de gestión" del Roca. El pasado común justifica largamente el encubrimiento.


De todos modos, ni siquiera es cierto el retiro de Cirigliano: el grupo controlante de TBA seguirá al frente de Emfer, la empresa de reparación de vagones que captura buena parte de los subsidios estatales con ´reparaciones´ sobrefacturadas. El filón del negocio ferroviario -que es el desvío de los recursos del Estado hacia estas empresas conexas- sigue en pie.


Los K, Macri y Roggio


Hace sólo diez días, y en el marco del conficto salarial en el subte, De Vido lanzó un ataque verbal contra Roggio "y sus múltiples negocios con el Estado nacional", reclamándole un "aporte" para el levantamiento de la huelga. A partir de esa ´exhortación´, Roggio dio un viraje, y pasó a levantar la posición del gobierno nacional, reclamando "que Macri se haga cargo del subte". Horas después de este giro, el kirchnerismo le entregó TBA a los Roggio, con la montaña de subsidios que ello implica.


Para gambetear la crisis planteada con Cirigliano después del desastre de Once, el kirchnerismo ha reforzado hasta lo imposible el poder del grupo Roggio, que participará ahora de la explotación del Sarmiento, el Mitre, el Roca, el Urquiza y el Belgrano Cargas, en este caso, en sociedad con Moyano y con Pedraza. Un virtual monopolio ferroviario construido con el concurso del kirchnerismo y la burocracia sindical. En oposición a este nuevo fraude, planteamos la renacionalización integral del sistema ferroviario -de cargas y pasajeros- bajo control de los trabajadores. Los privatizadores deben responder con sus activos al vaciamiento incurrido. El juicio oral y público por el crimen de Mariano Ferreyra pondrá de manifiesto el vínculo de hierro que une a las patotas criminales, a los privatizadores y al Estado.