Salta: condenaron a los policías torturadores de Güemes

Un fallo a pesar de la Justicia salteña


Los policías Marcos Gordillo, Héctor Ramírez, Leonardo Serrano y Matías Cruz fueron condenados por torturas a penas que van desde los 11 a los 13 años de prisión.


Los condenados se hicieron mundialmente famosos hace tres años cuando se difundieron en las redes sociales sus torturas a dos jóvenes en una comisaría del departamento General Güemes. A partir de ese hecho se desarrolló un importante repudio social en Salta y el país, que obligó a la justicia local a llevar al banquillo a los torturadores. Pero además, el caso ayudó a exponer con más fuerza un modus operandi general del aparato policial descompuesto salteño. Así se dio a conocer luego un informe de la ex Fiscalía de Causas Policiales y Penitenciarias, disuelta el año pasado por Juan Manuel Urtubey, que precisó el brutal crecimiento de las causas por torturas y apremios ilegales: en 2011 se tramitaron 400 denuncias contra policías, mientras que en 2012 se incrementaron a 774 y ya en 2013 alcanzaron los 1.474 casos. 


Es decir, que esta condena, que es fruto de la lucha popular y que por lo tanto constituye un avance contra la impunidad y la represión, todavía es la excepción a la regla. Mientras se escriben estas líneas, el jefe de la policía local Marcelo Lami se ha dedicado a encubrir a uno de sus subordinados, autor de un nuevo femicidio. En escandalosas declaraciones mediáticas, Lami, consultado sobre la posible desafectación del policía en cuestión, señaló que él “no se mete en la vida privada de las personas y que la justicia será la encargada de juzgar”…


El jefe de policía que considera al femicidio como “un tema privado”, es defendido por Urtubey al frente de la fuerza a pesar de las miles denuncias en su contra, que se acumularon en los últimos tres años. Otra causa gravísima que se discute actualmente en Salta es la muerte dudosa del piquetero Pablo Moreno en una comisaría de Tartagal, un hombre que había sido amenazado de muerte en varias ocasiones por la policía.


En un marco más general ha quedado expuesto en el último tiempo, a través de numerosos y continuos escándalos, que la tortura es el ingrediente común con el que se aceita un aparato descompuesto encargado de la represión contra el pueblo y ligado a los peores negocios de un capitalismo descompuesto, como lo son la trata y el narcotráfico. Nos apoyamos en esta conquista de la movilización popular para ir por la investigación integral de todos los casos de torturas, por el esclarecimiento de la muerte de Pablo Moreno y por el desmantelamiento de un aparato represivo autor de los peores crímenes y negociados contra el pueblo.