San Miguel: un nuevo caso de gatillo fácil

Otra vez la maldita bonaerense.

Rodrigo Agustín González de 20 años fue brutalmente asesinado días atrás por oficiales de la comisaría 5ta de Hurlingham, de la maldita bonaerense, quienes desarrollaban un allanamiento en su hogar en el Barrio Barrufaldi (San Miguel). Al recibir un impacto de bala efectuado por uno de los oficies, Rodrigo falleció en el acto.

Tras el hecho, un grupo de familiares y vecinos cortó ambos sentidos de la Ruta 201 altura Río Reconquista. El reclamo fue en pedido de justicia por la muerte del joven.

El abuso de poder no se expresó solamente en el momento del crimen sino también cuando efectivos de la bonaerense junto a Gendarmería reprimieron a quienes protestaban.

Si bien este caso ha resonado en medios locales y en la zona, no sorprende. Es moneda corriente el uso del abuso de poder por parte de los efectivos de (in)seguridad en la región. Detenciones arbitrarias, patrulleros que son utilizados como autos chocadores en persecuciones (un modus operandi en desarrollo), represiones y persecuciones a jóvenes, son parte de toda una institución podrida que responde a intereses ya conocidos, con el objetivo de disciplinar a la sociedad.

Producto del envalentonamiento que viene teniendo la maldita bonaerense -propiciado no solo por Berni, sino por el mismísimo gobierno provincial en manos de Kicillof y el gobierno “nac&pop” de Alberto Fernández-, día a día nos encontramos con casos como este o similares de quienes son responsables de infinitos casos de gatillo fácil y quienes deben responder por la desaparición forzada y el posterior asesinato de Facundo Castro.

Exigimos justicia por Rodrigo. Que se esclarezca el caso de inmediato. Pase a disponibilidad de los oficiales comprometidos en el hecho. Juicio y castigo a los responsables. El Estado es responsable. Basta de gatillo fácil. Fuera la yuta de los barrios.