El abogado de José Pedraza, detenido tras ser condenado a 15 años de prisión por el crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra, pidió al Tribunal Oral Criminal N° 21 que se evalúe su estado de salud.

El pedido de Carlos Froment es la antesala para solicitar la prisión domiciliaria. Hace varias semanas que Froment dice a los medios que, al visitar a su cliente en el penal de Ezeiza, lo nota “muy desmejorado”.

Tras una oportuna ‘descompensación’ del sindicalista en el penal de Ezeiza hace una semana, fue trasladado para ser atendido por varias horas en un hospital de la zona, y el letrado pidió un examen médico evaluatorio de su estado.

Para otorgar el beneficio de prisión domiciliaria, la ley exige que el detenido sea mayor de 70 y que la permanencia en las condiciones carcelarias presente riesgo para la salud y supervivencia del mismo.

En la población carcelaria existen muchos internos mayores de 70 (el sindicalista tiene algunos más), con patologías “crónicas” típicas de su edad, las cuales, sin embargo no son favorecidas con la domiciliaria. La “desmejoría” no le ha impedido al burócrata sindical manejar a la Unión Ferroviaria desde la cárcel, indicándole al gremio que no saque los pies del plato kirchnerista y, en consecuencia, que se oponga a la huelga nacional. Alertamos sobre nuevas maniobras por parte de quienes han recurrido a todo, desde la chicana a los sobornos, para lograr la impunidad.

Claudia Ferrero (Apel)