Testigo contra Menéndez apareció “suicidado”

Un testigo clave en el juicio en Córdoba al genocida Luciano Benjamín Menéndez, que comenzó este martes 20, apareció convenientemente “suicidado” el viernes 16. Se trata de otro represor: el ex policía Jesús González, alias “el Flaco”. González fue guardia en el centro clandestino de detención Casa de Hidráulica, precisamente el lugar donde se cometieron los crímenes por los cuales ahora es juzgado Menéndez con otros cinco ex militares y policías.


En ese lugar, en 1979, fue torturado y asesinado el subcomisario de la policía cordobesa Fermín Albareda, quien en verdad era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). El policía González fue testigo directo de ese crimen.


González es el cuarto represor que aparece “suicidado” después de manifestar su decisión de declarar en contra de sus jefes. Al caso más conocido, el del prefecto Héctor “Selva” Febres, envenenado en su lugar de detención en diciembre de 2007, se añaden los del ex capitán del ejército Alfredo Marcó, interrogador en centros de tortura riojanos, y el del ex comisario puntano Segundo Wenceslao Garro. Ambos aparecieron muertos de un tiro en la cabeza en abril de este año. Antes, en 2003, el prefecto Juan Antonio Azic se había disparado –el único suicidio indudable– después de recibir una orden de detención del juez español Baltasar Garzón.


Entretanto, sigue sin aparecer Julio López, ex detenido desaparecido, secuestrado después de testimoniar contra el ex comisario Miguel Etchecolatz.


Una vez más, queda a la vista la presencia ominosa de un aparato terrorista que sigue actuando gracias a la protección de los poderes del Estado.