Tucumán: condenan a los policías asesinos de Ismael Lucena

Estas condenas son un paso importante en la lucha más general que tienen planteados los explotados y todos los sectores oprimidos por desmantelar el aparato represivo.


 


El  jueves 28 de abril culminó el juicio por el caso de gatillo fácil que se cobró la vida de Ismael Lucena. En el banquillo de los acusados estaban los policías Mondino Becero y Antonio Monserrat, quienes atacaron a Ismael y a su amigo Marcelo López cuando volvían a su casa en la noche del 11 de noviembre de 2011; como encubridores figuran Francisco González, Rubén Tejerina y Luis Zelarayán.


El Tribunal condenó a cadena  perpetua a Mondino Becero. A Monserrat se lo condenó a 7 años; a pesar de ser coautor del crimen, sólo fue responsabilizado por lesiones agravadas y amenazas a Marcelo López. A González también se lo condenó a 7 años, pero en este caso por el  delito de encubrimiento agravado y amenazas. Los tres debieron salir esposados, por habérseles dictado la prisión preventiva. Por su parte, Tejerina y Zelarayán fueron penados con 3 años por el delito de encubrimiento.


Afuera de los tribunales se había montado un acampe con numerosas organizaciones. Entre abrazos y aplausos, se esperó la salida de los familiares y abogados que llevaron la causa. Se festejaron cuatro largos años de lucha por lograr la condena a los policías asesinos. Una lucha cuya perspectiva más general fue mostrar la responsabilidad de la policía en la organización y encubrimiento de crímenes, como en el caso de Paulina Lebbos, y en la represión al pueblo y la juventud. La policía que mató a Ismael es la misma que regentea el negocio de la droga en las barriadas,  que tortura en las comisarías, que reprime al pueblo en las luchas -como lo hizo en la gran pueblada contra el fraude.


Estas condenas son un paso importante en la lucha más general que tienen planteados los  explotados y  todos los sectores oprimidos por desmantelar el aparato represivo.