Tucumán: repudiamos las amenazas a nuestro compañero “Napo” Romero


En la madrugada del 18 de mayo, Napo Romero, militante del Partido Obrero y residente en Famaillá fue amenazado por un personaje que dijo ser enviado por el legislador de La Cámpora con la misión de pegarle un tiro o un puntazo para que “aprenda”.


 


Este mensaje tiene un claro propósito: amedrentar a nuestro compañero que está impulsando un importante reagrupamiento de luchadores en la localidad y, en ese marco, teniendo una destacada intervención en el conflicto que en envuelve al Instituto de Enseñanza Superior Famaillá (IESFA), un terciario al que concurren alrededor de 900. El conflicto se desató cuando se anunció que, a partir del 23 de mayo, el terciario se debía trasladar sin que estuvieran dadas las garantías de que el nuevo lugar tuviera el espacio y las condiciones de seguridad para seguir con normalidad la actividad académica. Como no había respuesta a estos requerimientos, se desató un proceso de movilización docente-estudiantil que naturalmente despertó fuertes simpatías en el pueblo, y donde la intervención de “Napo” se destacó enfrentando los intentos de diversos personajes y punteros que procuraron en todo momento apagar el proceso de lucha.


 


La justificación del traslado del terciario era para despejar la “Escuelita” (el primer centro clandestino de detención de la provincia, que funcionó desde el Operativo Independencia) y transformarlo en sitio para la memoria, pero esto también fue denunciado por “Napo” y el PO, en el sentido de intentar convertir a este “espacio para la memoria” en otro “Disneylandia del terror”, como ocurre actualmente en la Esma y donde se pretenda invisibilizar la participación del genocida Milani, actual jefe de las Fuerzas Armadas, en el Operativo Independencia junto a los Vilas-Bussi, de la misma manera que el papel que cumplieron el peronismo y el radicalismo antes, durante y después de la dictadura.


 


En la localidad hay una fuerte lucha política entre diversas tendencia que en el pasado reciente ya han demostrado que el método es el apriete y el ajuste de cuenta.


 


En función de ello, desde el PO realizamos la denuncia política de lo ocurrido y en paralelo hemos reforzado nuestra lucha en la construcción de la memoria de nuestro pueblo y en defensa de la educación pública.