Un 24 de marzo contra Macri y Schiaretti

El próximo 24 de marzo cuando se cumpla el 43° aniversario del golpe militar-cívico-eclesiástico de 1976 tendrá lugar nuevamente una gran movilización de masas en Córdoba, que apuntara contra los gobiernos de Macri y Schiaretti, que vienen aplicando los planes de ajuste y represión dictados por el FMI y la clase capitalista, para hacer pagar la crisis a los trabajadores con despidos, tarifazos, congelamiento salarial, desocupación y pobreza.


Con la baja de la edad de la imputabilidad que pretende llevar a la cárcel a jóvenes de 15 años, el gobierno de Macri profundiza el carácter del régimen político que comanda desde 2015, y que ha tenido un enorme despliegue represivo en términos prácticos y políticos. En ese derrotero fascistizante debemos contabilizar la rehabilitación de las fuerzas armadas para la represión interna; la militarización de la Patagonia, la criminalización de la comunidad mapuche, la extradición de Jones Huala y los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel; el “protocolo” al servicio del gatillo fácil; el hostigamiento y la expulsión de inmigrantes; la compra de picanas Taser para represión de movilizaciones; entre otras medidas. En especial se reprimió permanentemente las luchas obreras y populares, procesando y encarcelando a distintos luchadores.


Esta verdadera sistematicidad represiva es direccionada con un objetivo muy claro: garantizar al imperialismo y a la clase capitalista la aplicación de sus planes de guerra contra el pueblo trabajador. Para ello, el macrismo no para de reivindicar a las fuerzas armadas, como acaba de suceder con los elogios del jefe del Ejército Pasqualini a los militares que actuaron en el Operativo Independencia durante 1975 en Tucumán. También esa reivindicación de la represión estatal tiene varias expresiones entre las cuales debemos contar las declaraciones de funcionarios negando el genocidio de la dictadura, las reuniones de Avruj con familiares de represores muertos, el fallo 2x 1 emitido por la Corte Suprema para dar impunidad a los genocidas, la doctrina “Chocobar”, y la demagogia punitivista que expresan Bullrich y otros funcionarios en el objetivo de lograr una “bolsonorizacion” de la política nacional. Se trata de responsabilizar a los jóvenes, a los migrantes, a los pobres de la situación social critica que vivimos, mientras se prepara las condiciones para una mayor agresión represiva.


Schiaretti ha seguido todo el recorrido de Macri. En primer lugar trabajo por la propia elección de Macri en 2015 cuando Cambiemos obtuvo el 70% de los votos en Cordoba. Luego apoyo más de cien leyes de ajuste que el macrismo fue llevando adelante sin tener mayoría en el congreso, que incluyo el pacto con los buitres, los ataques a los trabajadores y el robo a jubilados. En el último periodo apoyo el consenso fiscal y el presupuesto nacional para el 2019, que viene orientado desde el FMI, a cuyo pacto tampoco se opuso, ni se opone, sino todo lo contrario.


El seguidismo político y económico de Schiaretti fue replicado también en el terreno de la represión: contra las luchas obreras y populares como sucedió en la histórica huelga de la UTA a favor del privatista Mestre durante el 2017, o en el violento de desalojo de las familias que ocupaban un predio en la localidad de Juárez Celman durante 2018; persiguiendo a los estudiantes que se levantaron en la masiva rebelión educativa y ocuparon el Pabellón Argentina; sosteniendo y reforzando a la narco-policía cordobesa responsable del gatillo fácil y del asesinato de decenas de jóvenes en nuestra provincia. En noviembre pasado la Policía de Córdoba directamente fusiló al compañero Marcos Soria, integrante de la organización EO-CTEP.


No obstante el accionar conjunto de Schiaretti junto a Macri, el kirchnerismo local exime al gobierno provincial de su responsabilidad. Aprovechando la influencia que tienen sobre las organizaciones nucleadas en la “Mesa de trabajo por los Derechos Humanos”, pretende que este 24 de marzo, la furia y la indignación popular solo se dirijan contra Macri y no contra Schiaretti. El planteo es reaccionario por donde se lo mire. En primer lugar porque deja impune el largo accionar represivo del PJ provincial; eso es lo que ha sucedió con el crimen de Soria, donde el kirchnerismo ni siquiera a una movilización en reclamo de justicia en la provincia. En segundo lugar porque, eximir a Schiaretti es eximir en parte a Macri, reforzando el régimen descompuesto y represivo que este dirige, lo que le otorga aire para profundizar sus objetivos. Y por último, porque pretende preparar un relevo político a la caída eventual del macrismo, con el más macrista de los gobernadores.


Las maniobras kirchneristas alrededor de Schiaretti, igualmente no deben entenderse como una novedad. Del mismo modo que todos los gobiernos “democráticos” desde el ´83 para esta parte, los K han tratado de reintroducir a las fuerzas armadas en la sociedad y reforzar el aparato represivo del Estado capitalista. Así tuvimos en la década ganada, entre otras medidas, la ley antiterrorista, el Proyecto X, la designación del genocida Milani al frente del Ejército, el asesinato de Mariano Ferreyra y la media sanción en el Senado del “régimen penal juvenil”, que pretendía llevar la edad de imputabilidad a los 14 años.


Desde el Partido Obrero – Frente de Izquierda planteamos la necesidad de un paro activo 36 horas y plan de lucha nacional para derrotar los planes de ajuste y represión de Macri, Schiaretti y el FMI, y para luchar por una salida de los trabajadores y de la izquierda a la crisis.


Para reforzar ese camino entendemos que el próximo 24 de marzo debe desarrollarse en forma independiente a los gobiernos capitalistas y resaltando y reforzando todas las luchas. En ese sentido nos esforzaremos para lograr una gran convocatoria de todos los luchadores en la marcha convocada por las organizaciones nucleadas en la “Coordinadora Santiago Maldonado” el mismo 24 de marzo, desde Colón y General Paz, como ya es tradición.