Un fallo contra la clase obrera, no contra la burocracia

Abdul Adolfo Saravia, actual secretario general del Sindicato Obrero del Pescado (SOIP) y de la CGT Mar del Plata, Enrique Ronner —adjunto del SOIP— y Juan Paso, delegado en la planta Barilari, han sido condenados a 26 y 21 meses de prisión en suspenso por su participación en la toma de la fábrica y a concurrir “obligatoriamente y durante dos años a las clases de Derechos Humanos de la cátedra de Derecho Constitucional I y a las de Derecho Penal” (Clarín, 18/6). Los burócratas fueron procesados por “usurpación de propiedad y resistencia a la autoridad” por impedir el paso de camiones destinados a la planta. El dictamen judicial impugna que los burócratas hayan actuado en “legítimo ejercicio de sus derechos constitucionales”, como argumentó el abogado defensor (Clarín, ídem).


El fallo ataca sin contemplaciones el derecho de huelga, el cual vale nada si no puede ser defendido con piquetes contra la presión de la patronal o la policía. Pero el dictamen se produce cuando falta menos de un mes para las elecciones del gremio y le sirve a la burocracia del SOIP, enterradora del convenio, del salario y del gremio, para presentarse como defensora de los trabajadores. El fallo sale cuando nadie lo esperaba, mientras “duerme”, por otro lado, el proceso que llevan adelante los habitantes del complejo habitacional del SOIP contra la burocracia por defraudación.


Un fallo antihuelgas…


Los jueces han vuelto a poner en claro que el fundamento del Estado democrático es el derecho a la propiedad privada de los medios de producción, es decir, a explotar la fuerza de trabajo de los obreros. Los setenta trabajadores de la planta Barilari tuvieron que ocupar la fábrica frente al despido en masa de sus compañeros, los cuales, finalizado el conflicto, ni siquiera pudieron cobrar la totalidad de sus indemnizaciones. No es el único en esta línea: dos delegados de la interna de Propulsora (expulsada por la UOM) están siendo procesados por defender la huelga de la fábrica meses atrás y la patronal de Sevel —Macri— ha iniciado juicio penal por “intimidaciones y afrentas” a trabajadores de la planta que participaron del reciente “obrerazo”.


…y para desviar el fallo de los trabajadores


Tres años atrás, la burocracia de Saravia se sumó a la ocupación de los trabajadores de Barilari, pero no los apoyó con un plan de lucha de todo el gremio. No solamente esto: Saravia aprovechó luego la derrota en Barilari para firmar un “convenio marco” que dio vía libre a los convenios por empresa y a la “flexibilidad laboral” .


El reflujo de los obreros del pescado sólo comenzó a romperse meses atrás, con una serie de luchas defensivas, el surgimiento y reagrupamiento de delegados independientes y combativos. Como expresión de este proceso se constituyó la lista Celeste. La burocracia, sin embargo, ha hecho correr una lista Verde al solo efecto de dividir los votos opositores.


La tarea es ahora trabajar duro por un “fallo” masivo de los trabajadores del pescado contra la conducción “negrera” del SOIP.