Vaca Muerta, blindada por el Comando Sur de Estados Unidos

Sobre la base de “ayuda humanitaria” que impulsan los yanquis en Neuquén

El gobierno de Neuquén viaja asiduamente a EEUU a brindar seguridades jurídicas a inversores yanquis, especialmente a las petroleras como Exxon y Chevron. El año pasado una de las reuniones tuvo lugar con el Departamento de Estado de EEUU, es decir con el organismo que funciona como el Ministerio de Gobierno de Trump y por lo tanto el que define las cuestiones políticas y no tanto energéticas.


La semana pasada estuvo en Neuquén una delegación de la embajada de EEUU recorriendo el terreno donde, con fondos del Comando Sur, el gobierno de Trump impulsa construir en Neuquén una base de “ayuda humanitaria”.


Sabemos perfectamente los resultados de la “ayuda humanitaria” de EEUU a lo largo del mundo: las masacres en Siria, la ocupación de Haití y las sucesivas invasiones durante décadas, tuvieron la cobertura de “ayuda humanitaria” para operaciones militares y masacres.


De modo que la visita yanqui al predio, pactada directamente entre el gobierno de EEUU y el gobierno provincial, forma parte de las seguridades que el gobierno local pretende ofrecer a las inversiones anunciadas de las Exxon y las Chevron, y no otra cosa.


Las inversiones se custodian militarmente


Las empresas estadounidenses saben que la crisis puede desatar procesos expropiatorios e, incluso, revolucionarios. De modo que donde ponen sus dólares, se blindan militarmente. En su medida, es la vieja política aplicada en la Alemania de postguerra con el llamado “milagro alemán”: van los dólares pero también van los soldados.


El renovado interés por construir la base tiene que ver con este esquema. Exxon y Chevron han anunciado nuevas inversiones, pero no sólo en áreas de Vaca Muerta, sino en infraestructura vital para la exportación y comercialización de los hidrocarburos extraídos. Desde la financiación de un nuevo gasoducto Neuquén-Rosario, hasta la adquisición de parte del oleoducto que llega al Polo Petroquímico de Bahía Blanca.


De allí el renovado interés de financiar de parte de las fuerzas armadas de EEUU esta base “humanitaria”, al punto de retomar la iniciativa directamente con el gobierno de Neuquén.


La Multisectorial que marchó hasta el predio destinado a la base hace un par de años atrás, se ha vuelto a reunir y decidido algunas acciones, entre las cuales incluye volver a movilizar masivamente al predio en acto de repudio.


La lucha por impedir la instalación es parte de la lucha para echar al régimen del FMI, Macri y los gobernadores, y el Partido Obrero es parte activa de esta lucha en Neuquén.