Ya desde el viernes 7, la céntrica Plaza San Martín de La Plata, ubicada frente a la Gobernación y la Legislatura, amanece rodeada por un “operativo cerrojo” de más de 500 policías que cubren todo el perímetro de la plaza para evitar la instalación de los manteros que desde hace meses ofrecen allí sus mercaderías, en particular ropa usada.

Los cientos de efectivos de la Bonaerense  son acompañados de motos y carros hidrantes, e incluye el despliegue de Infantería y Caballería. Una verdadera militarización para impedir el ingreso de feriantes que habitualmente acuden con sus familias, ya que a menudo se trata de la principal fuente de ingresos con que cuentan. Luego de la represión del día viernes a las 600 familias que se concentraron para exigir la apertura de la plaza para poder trabajar, fueron hospitalizadas 3 manteras.

Este desalojo es una nueva puntada de una política represiva hacia los vendedores ambulantes que ha caracterizado al gobierno de Garro, el intendente platense del PRO. En esta línea, el año pasado elevó al Concejo Deliberante un Código de Convivencia que, además de buscar regimentar las movilizaciones populares que afloran como respuesta al ajuste (la ciudad es el receptáculo de todos los reclamos al gobierno de Vidal), tenía por objetivo ilegalizar y perseguir la venta callejera endureciendo controles y penas. El sitio a Plaza San Martín es la cara más visible del hostigamiento que cotidianamente sufren los vendedores inmigrantes –en particular senegaleses-, los puesteron de las ferias de Los Hornos y San Carlos, y tantas otras.

Esta política de garrote es la única respuesta de la Municipalidad y la Provincia al crecimiento de la pobreza, en una región en la que desocupados y subocupados suman el 30% de la población laboriosa. La represión de la venta ambulante es una medida para ganarse el apoyo de las asociaciones de comerciantes de la ciudad, que se quejan de la caída del 15% en las ventas de los negocios, producto del derrumbe del consumo. Rechazamos este hostigamiento y exigimos el retiro del megaoperativo policial de Plaza San Martín.

La comunidad de manteros se viene movilizando contra estos atropellos. Sin embargo, al interior el kirchnerismo presiona para evitar que las movilizaciones que rechazan la represión y exigen el retiro del cerco policial se realicen con corte de calles. Se muestran como garantes del orden,  evitando que los reclamos populares afecten al Estado y a los comerciantes. Es necesaria una movilización común contra la militarización, el hambre y la desocupación.