26 DE JUNIO, ANIVERSARIO DE LA MASACRE DE AVELLANEDA

Un puente colmado contra la impunidad y la represión

El sábado 26 de junio, el corte en el Puente Pueyrredón fue el más contundente de los últimos años. Tomó con fuerza la denuncia por el pacto de impunidad de los Kirchner con Duhalde y todos los funcionarios señalados como responsables ideológicos, destacando, junto a Solá y Atanasoff, al vocero K Aníbal Fernández. En el acto, se emparentó la represión en Bariloche con la masacre de Avellaneda y se denunció la continuidad del aparato represivo, la desaparición de López y Arruga, los casos de gatillo fácil y los negocios mafiosos de la Federal, la Bonaerense y sus pares en todo el país. Fue una tribuna que reclamó la liberación de Roberto Martino, quien participó en la jornada del puente en 2002 y está preso por este gobierno y su justicia al servicio de los acuerdos internacionales con el sionismo.

La inmensa movilización marcó una delimitación con la impostura kirchnerista, que pretendía usurpar la jornada mediante sus satélites y cooptados. Para esto se debieron superar muchos escollos. El ala degennarista de la CTA envió al puente una delegación de tres dirigentes y se negó a firmar el documento de convocatoria bajo el argumento de que no había que estar “ni a favor ni en contra del gobierno”. La provocación kirchnerista ayudó a precipitar que el ala “de las verones” (Frente Darío Santillán, MTD Verón-Nueva Fuerza, CTD Verón-Quebracho) terminara acordando con el planteo central de la movilización: “Duhalde y Solá, asesinos, y Kirchner cómplice y encubridor”.

Derrotamos la maniobra oficialista

La movilización dejó en ridículo al acto realizado a la tarde por el kirchnerismo, que quería colocar las figuras de Kosteki y Santillán como elementos de desgaste contra Duhalde y Solá, a quienes, por otra parte, convocan a participar de la interna del PJ y de una estructura partidaria común. En el acto oficial, organizaciones que acumulan fondos estatales y sellos (La Cámpora, Movimiento Evita, Tupac Amarú de la CTA, Frente Transversal, etc.) no llegaron a reunir ni un cuarto de los presentes en el acto combativo de la mañana. Los diputados, intendentes, funcionarios y burócratas sindicales que pasaron por su palco son incompatibles con el reclamo de justicia. Desde Roberto Baradel, del Suteba –quien llamó en 2002 junto a Maffei a no marchar contra los asesinatos puesto que era una movilización que la CTA no podía controlar–, a Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, que fue vicejefe de Gabinete de Felipe Solá en la segunda gobernación de éste, luego de la Masacre de Avellaneda.

Este exitoso 26 de Junio plantea la necesidad de extender la movilización. Desde el puente, Vanina Kosteki llamó a ganar las calles de todo el país hasta condenar a los represores que mataron a Diego, Matías y Sergio en Río Negro.