Piqueteros

28 de julio: a Plaza de Mayo contra el hambre y el ajuste

Por un bono de $20.000, trabajo genuino, universalización de los programas sociales y salario mínimo de $100.000.

Federico Imas @ojoobrerofotografía.

En medio de una crisis social y económica que se agrava día a día, las organizaciones combativas de la Unidad Piquetera convocan a una contundente acción de lucha, este 28 de julio, en Plaza de Mayo y plazas de todo el país, contra el hambre y el ajuste y por una salida inmediata para los trabajadores.

Entre las principales consignas reclaman un bono de emergencia de $20.000, trabajo genuino y bajo convenio con la reactivación de la obra pública, universalización de los programas sociales, salario mínimo por arriba de los $100.000 y el rechazo al plan de ajuste del gobierno nacional, la ministra Batakis y el FMI.

La jornada se inscribe en medio de amagues de la burocracia sindical y “acciones” tangenciales contra los “formadores de precios”. El movimiento piquetero combativo, en cambio, apunta al centro del poder político, la responsabilidad del Estado y el gobierno en el ajuste y reclama por una salida obrera, diferenciándose de las medidas de contención y redistribución de la miseria.

Suena a más, pero es menos

En la senda de los ataques contra el movimiento piquetero, donde se inscriben la criminalización de la protesta social y la organización independiente de los trabajadores, el medio Clarín difundió una nota, con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), donde afirma que los recursos para el Potenciar Trabajo “crecieron casi 60% más que la inflación de este año”.

El cuestionamiento apunta a reforzar la política del gobierno de recorte de la asistencia económica del Estado, con el bloqueo de nuevas altas, haciendo un uso creativo de los datos estadísticos.

Por ejemplo, el universo de beneficiarios, según informe de la OPC para junio de 2021 era de 871.245, contra 1.327.588 actuales, y no lo que está colocado en el artículo de Clarín. El salto en los beneficiarios ha sido fruto de la lucha del movimiento de desocupados y no producto de la dádiva oficial.

Tomado los recursos absolutos, ajustados según IPC, el ingreso per cápita comparativo de cada beneficiario es menor ahora que en el pasado, por lo que presentar esto como un “aumento de casi el 60%” suena a operación mediática. Aun así, se estima entre 7 y 10 millones la cantidad de desocupados que no pueden acceder al Potenciar Trabajo.

También se menciona un aumento nominal del Potenciar Trabajo fue del 80,7% interanual contra un 64% de inflación, pasándose de $12.600 en junio del 2021 a actuales $22.770, lo que, además de ser una circunstancia –debido a la medición de mes contra mes- implica un ingreso que no alcanza ni la mitad de la Canasta Básica Alimentaria, de indigencia, de $46.525.

Se apunta contra los programas sociales con titulares capciosos, pero se omite destacar que tomada toda la política social del gobierno, desde enero hasta junio, se han gastado $629.527 millones contra $764.483 millones destinados a subsidios energéticos para las patronales.

Una respuesta obrera y colectiva

Tomado de conjunto estamos ante una política de ajuste, que se intenta avalar con todo tipo de maniobras. Incluso aquellas distraccionistas, que buscan centrar la atención en los “formadores de precios”, mientras el gobierno ataca a los trabajadores.

La jornada de la Unidad Piquetera se planta contra este ajuste, con un programa independiente, invitando a los trabajadores ocupados y desocupados a librar una lucha contra el pacto con el FMI y las medidas económicas que liquidan los ingresos obreros.

Este 28 de julio se espera una Plaza de Mayo repleta, con las reivindicaciones y el programa de la clase obrera combativa e independiente.