Acampe al hambre

Desde la Plaza de Mayo

Con el método de las madres de los soldados muertos contra la invasión norteamericana a Irak, el acampe de la Unidad Piquetera se colocó en el centro del ring político y social junto al Garrahan y con él junto a toda la clase obrera en lucha. Es nacional y hubo represión en el Chaco. Entre las gruesas columnas que ganaron la Plaza de Mayo llegaron delegaciones del Hospital de Moreno, de los municipales de Ituzaingó junto a su Hospital y de los municipales de Avellaneda incluyendo al Hospital de Quilmes, todos en lucha, entre otras más clásicas como el Cuerpo de Delegados de Parmalat, de los subtes o de la carne.


Evidencia de que el Garrahan, que a la misma hora votaba un retome histórico de la huelga contra la dirección de ATE, es apenas la cabeza visible de un proceso muy vasto de los trabajadores de la salud y estatales. Un día antes, una asamblea general de docentes de la UBA, que también fueron a la huelga, votaba su adhesión al acampe piquetero, una resolución similar a la adoptada por el Plenario de seccionales opositoras del Suteba.


En la Plaza, confraternizamos con los veteranos de Malvinas y, a la noche, recibimos una importante ronda con velas de deudores hipotecarios contra los remates.


Derrota de la policía que secuestró camionetas y baños para evitar el acampe. Derrota de la política de Aníbal Fernández de tapar el conflicto social debajo de la alfombra. Ya todo el país sabe por boca de los líderes piqueteros el pliego exigido, su vigencia y sus fundamentos. El reclamo por los 800.000 compañeros que cumplen tarea en la función pública por 150 pesos y no son efectivizados, el programa en su conjunto para acabar con la desocupación basado en el reparto de las horas de trabajo, la anulación de la flexibilidad y el fin del trabajo en negro. Ya sabe que las retenciones a las exportaciones sextuplican el importe de los planes sociales y que Kirchner y Lavagna no sólo tienen la plata para pagar los 350 pesos, sino que deberían dar explicaciones del destino de esos 1.300 millones mensuales.


Los grupos piqueteros ligados al Encuentro de Rosario que rompieron el Bloque Piquetero han visitado la Plaza y piden reunión para unirse a la lucha, el Mijd pidió marchar juntos por la libertad de los presos después de años de divisionismo. La Unidad Piquetera crece como punto de reagrupamiento nacional.


Nos hemos dirigido a las centrales obreras con un extraordinario documento político girado primero a los sindicatos y cuerpos de delegados combativos.


El propio Aníbal Fernández, que tantas veces dio por muerto al movimiento piquetero, se pasó el fin se semana previo discutiendo con Chiche cómo acabar con él, perdidos por completo ambos respecto de todo curso para resolver las reivindicaciones planteadas. Ante semejante marcha, acampe y movilización nacional cayó en la teoría de que tanto la lucha piquetera como la del Garrahan son del Partido Obrero, no de los trabajadores. Reaparece la teoría de la conspiración frente a la quiebra de la política de cooptación de las centrales sindicales y de los D’Elía. Es la teoría de la conspiración para justificar las represiones como en el Chaco y en Santa Cruz. Han perdido la brújula.


Por un plan de lucha de toda la clase obrera para llevar a la victoria la lucha por un salario mínimo equivalente a la canasta familiar y el reparto de las horas de trabajo para acabar con la desocupación. Por los 350 pesos y la universalización.