Después de mantener un piquete en ruta nacional 22 por 48 horas, el Polo Obrero conquistó el ingreso de 200 compañeros y compañeras en programas de cuadrillas de trabajo para tareas de limpieza y pequeñas obras públicas en la municipalidad de Zapala. La medida de lucha fue impulsada ante la ofensiva del gobierno local del MPN de dejar afuera al Polo de estos programas para otorgárselos a sus punteros y agrupaciones afines. Si bien se trata de un beneficio concreto para compañeros y compañeras, el Polo rechazó la miserable remuneración que tendrán estos programas y las condiciones de precarización laboral, los cuales los convierte en planes sociales con contraprestación. El ingreso en estas cuadrillas de trabajo se realiza mediante un contrato por el plazo de tres meses hasta la apertura de nuevas fuentes laborales.

El piquete estuvo precedido de amenazas a compañeros y una campaña de difamación a nuestros principales voceros. Se trata del segundo piquete que protagoniza este joven Polo Obrero. El primero había sido empalmando con un movimiento de desocupados que logró arrancar beneficios municipales (pago de alquileres, servicios, alimentos) que ahora fueron eliminados y reconvertidos en estos programas sociales. En esta iniciativa oficial, el gobierno municipal se jugó a fondo desterrar al Polo, utilizando para ello la formación de nuevas agrupaciones de desocupados a los cuales los privilegiaba con el ingreso en estas cuadrillas.

La etapa que se abre luego de este piquete coloca al Polo en el desafío de organizar a cientos de precarizados, desocupados y monotributistas. Intervendremos con una campaña por el aumento de emergencia para los compañeros de las cuadrillas de trabajo, el pase a planta y la puesta en marcha de un plan de obras públicas que están estipuladas en el presupuesto 2020 como el jardín, sala de salud, repavimentación de la ruta 51. Vamos a desarrollar una campaña por el trabajo genuino en una ciudad azotada por la desocupación y la precarización laboral.