Bahía Blanca: el Polo Obrero da sus primeros pasos

Para aquellos que viven de su trabajo diario, la imposibilidad de llevar un plato de comida a la mesa familiar se convirtió en una terrible realidad desde que se decretó el confinamiento obligatorio sin otras medidas de alivio.


En esta situación se encuentran miles de familias de Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires), que deben enfrentar el combo de desempleo, recesión, devaluación e inflación, mientras el gobierno solo piensa en cumplir con los pagos de una deuda externa usuraria y fraudulenta.


Ante el escenario explosivo profundizado por el Covid-19, un grupo de compañeros se dio a la tarea de poner en pie el Polo Obrero en Bahía Blanca. El objetivo es organizar a las familias de las barriadas populares en su reclamo ante el estado municipal e impulsar la puesta en pie de comedores y merenderos en aquellos barrios donde los compañeros tienen vecinos censados.


A pesar de que en un principio los funcionarios municipales se negaban a recibirnos, con organización y persistencia logramos sortear los distintos obstáculos burocráticos, entregando cartas de presentación y firmas de las familias. De esta manera conseguimos la entrega de bolsones de alimentos, aunque están lejos de ser lo requerido: solo contienen nueve productos básicos, se entregan cada quince días y no cuentan con el kit de higiene.


Se trata de un primer paso mientras continuamos con el empadronamiento de vecinos de distintos barrios, para dar una respuesta organizada a las inmensas necesidades básicas insatisfechas. Un cuadro social que la pandemia no ha hecho más que potenciar, en una ciudad en la que, según datos de 2019, 88.120 personas vivían en la pobreza y 13.881 de ellas en la indigencia.


En este escenario, el Polo Obrero se pone en marcha en Bahía Blanca y en el conjunto de la sexta sección de la provincia.