En la plaza de la Manzana 66 del barrio de Once, con vecinos de Boedo, San Cristóbal, Abasto y Balvanera, se reunió la asamblea que discutió el problema habitacional que se vive en estos barrios porteños. Contó con la presencia de Facundo Lahitte, dirigente nacional del Partido Obrero, para presentar la situación de la vivienda.

Con el aumento de los alquileres por encima de la inflación, la dificultad para acceder a los mismos de manera formal, por los requisitos y garantías necesarias, y la falta de un plan de viviendas públicas que garanticen este derecho tan elemental, se vuelve más necesario que nunca discutir un plan de lucha para arrancar estos reclamos.

Entre las intervenciones de les vecines apareció el problema de la insuficiencia del subsidio habitacional, otorgado por el decreto 690/06, con montos de 11 mil pesos que no alcanzan a cubrir ni la mitad de un cuarto en un hotel y una cantidad de requisitos que se vuelven una traba para quien lo necesite.

La dificultad de alquilar para familias con niñes, la situación que enfrentan mujeres víctimas de violencia de género a quienes el Estado no les garantiza un ingreso para poder librarse de sus agresores, más allá del plan acompañar, que es una miseria, no es compatible con el plan Potenciar Trabajo y dura solamente 6 meses; los abusos de los propietarios de pensiones, que en muchos casos tienen convenios con el gobierno de la ciudad, también fueron parte de los reclamos.

Una de las dudas que surgió fue acerca de la posibilidad de constituir cooperativas de vivienda para acceder a una solución definitiva. El problema aquí se halla en que la Ley 341, que otorga créditos para acceder a una vivienda o construir en un terreno propio, se encuentra desfinanciada y con falta de presupuesto. Por este motivo se discutió en la asamblea incorporar el reclamo del aumento de presupuesto para esta ley como una vía más para poder acceder a una vivienda definitiva.

La recuperación de edificios abandonados para destinarlos como vivienda es también una realidad en el barrio. Cientos de familias se ven obligadas a ocupar una casa sin dueño, o en manos del gobierno de la ciudad pero sin uso, frente a la imposibilidad de pagar un alquiler, poniendo sus propias manos y recursos para poner el inmueble en condiciones y hacerlos habitables.

Se resolvió sumarse a la jornada de lucha por el acceso a la vivienda que tendrá lugar el miércoles 27 de julio en varios barrios de la ciudad y que se dirigirá a las sedes del Instituto de la Vivienda y las sedes comunales. Con un pliego de reclamos que contemple las necesidades habitacionales de les trabajadores de la ciudad: suspensión de los desalojos para inquilines e integrantes de casas recuperadas, disposición de las viviendas deshabitadas del GCBA para solución habitacional, un subsidio universal para inquilines con un monto que no baje de los 30 mil pesos y sin restricciones, como plantea el proyecto de ley del PO-FITU en la legislatura porteña, vivienda transitoria hacia la definitiva para víctimas de violencia de género, que se garantice el acceso a la vivienda para las niñeces y urbanización real de las villas. Sumemos más vecinos con sus reclamos y vamos a la jornada por el derecho a vivir en la ciudad.