CABA: por el reconocimiento laboral de la actividad en los comedores populares

El Partido Obrero presentó un proyecto en la Legislatura porteña para reconocer a estxs trabajadorxs.

Desde la banca del PO-FIT en la Legislatura porteña presentamos un proyecto de ley que contempla un completo pliego de reclamos y necesidades de los comedores populares, junto con el reconocimiento del trabajo que vecinxs y compañerxs llevan adelante a diario en ellos. Este reconocimiento plantea la regularización de quienes realizan tareas en los comedores colocándolos bajo convenio, con todos los derechos laborales que tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires, han ignorado durante décadas.

La enorme tarea diaria que hace años llevan adelante quienes están a la cabeza de la organización de cada uno de los comedores populares es un trabajo esencial que la pandemia sólo ha puesto de manifiesto. Sin embargo, se trata de tareas que el propio gobierno debe garantizar. La puesta en funcionamiento de cientos de comedores, y las miles de familias que dependen de estos, surge como consecuencia de las sucesivas crisis económicas y sociales que empujan a una porción importante de lxs trabajadorxs a vivir en la pobreza y a no poder garantizar el plato diario de comida de sus familias.

También, el proyecto contempla la necesidad de que se asista a los comedores no reconocidos, que organizaciones y vecinos mantienen sin ayuda alguna por parte de los gobiernos. Frente a esta situación, surge la necesidad de una partida presupuestaria para subsanar la enorme precariedad en la que se llevan a cabo las tareas de los comedores populares. Es necesario que se garantice la infraestructura para poder abastecer de los servicios más esenciales, como luz, gas y agua, como así también cocinas, heladeras y freezer. Éstos, más la provisión de elementos de higiene, entre otros, son insumos fundamentales que el Estado debe garantizar para su correcto funcionamiento.

 

 

Trabajo esencial

Lxs compañerxs que, de manera militante, sostienen el funcionamiento de los comedores populares no obtienen ningún beneficio ni contraprestación y muchas veces deben rechazar changas para poder garantizar los días de cocina. El trabajo día a día en los comedores es todo a pulmón: el gobierno no garantiza materiales de higiene ni de bioseguridad. Con colectas o sacando de su bolsillo se garantizan los elementos de desinfección y los materiales mínimos como guantes, barbijos o lavandina, tan fundamentales para evitar los contagios.

A través de la propia organización de los vecinos se sostiene la infraestructura de los comedores, se compran las garrafas necesarias para cocinar y se pagan los servicios de luz y agua, que incluso en algunos barrios no están garantizados a diario.

El compromiso y la exposición de los luchadores barriales han quedado al desnudo en esta pandemia. La cantidad de referentes contagiados y fallecidos demuestra cómo se han puesto los propios militantes al hombro las tareas de asistencia que deben ser garantizadas por profesionales y por el propio gobierno.

Las limitaciones de la “Ley Ramona”

Diputados del Frente de Todos impulsan la denominada “Ley Ramona”, un proyecto que cuenta con varias limitaciones. En primer lugar, se limita el reconocimiento de los compañeros como “trabajadores esenciales” al marco de la pandemia y no se tienen en cuenta las garantías de sus derechos laborales. Por otro lado, la ley no tiene en cuenta a aquellos comedores que no son asistidos por el gobierno y que se pusieron en pie exclusivamente con la organización de vecinos y militantes barriales.

Llamamos a los vecinos, militantes y referentes de todas las villas y asentamientos de la Ciudad a organizarnos y desarrollar una enorme campaña en todos los barrios de la capital, para que sean reconocidos nuestros derechos como trabajadores de comedores, como así también la asistencia de todos los comedores.

Exigimos un salario igual a la canasta familiar; la apertura de puestos de trabajo para tareas de higiene y mantenimiento; aumento alimentario a todos los comedores populares; aumento de los montos de los programas sociales y reconocimiento laboral de la actividad en los comedores populares; aumento de presupuesto para los Cesacs y hospitales; postas de salud con profesionales para atender a los vecinos de los barrios y testeos masivos.