Se ha convocado el Congreso Nacional votado en la última Asamblea Nacional del mes de septiembre. El Congreso llega tras grandes jornadas de lucha que fueron la referencia política de la etapa, como los planes de lucha piqueteros, las heroicas batallas en defensa de las fábricas bajo control obrero, los bloqueos por puestos genuinos y la gran Marcha Federal que culminó en la formidable Plaza de Mayo del 20 de diciembre por un nuevo Argentinazo.

Son de la partida asambleas populares, sindicatos clasistas, centros estudiantiles, fábricas en lucha y bajo control obrero, ahorristas, que son convocantes y serán parte misma de la organización.

El Congreso de los que no dan tregua afrontará las caracterizaciones y futuras acciones de lucha en un período de represión a las luchas populares por parte del gobierno de Duhalde que, de cara a la salida electoral, atravesado por la fragmentación de todas las variantes de la burguesía, busca recomponer una autoridad que el Estado ha perdido por su completa impotencia para resolver ni una sóla de las reivindicaciones populares.

Las corrientes organizadoras intervienen de distinta manera frente a las elecciones, pero todas combaten el plan continuista de Duhalde y el FMI, y por ello los convocantes han acordado que la cuestión electoral no sea un factor de división del movimiento piquetero y mucho menos un motivo de tregua.

El Congreso será caja de resonancia de grandes luchas obreras, como la de Foetra Buenos Aires en las ocupaciones de Telecom por parte de efectivos y pasantes, de Sasetru ocupada, de TDO, del Pescado marplatense, de los ocupantes del Padelai, de los docentes cordobeses y de radicalizados ahorristas que resisten la estafa del gobierno, entre otras.

En él se debatirá el futuro de los trabajadores en la lucha contra el imperialismo mundial que prepara la invasión a Irak, lo cual promete agravar hasta el final las tendencias a la barbarie y la miseria social y con ellas el levantamiento popular, como lo prueban los obreros y campesinos bolivianos.

 

El falso veranito del gobierno presagia un nuevo infierno. El acuerdo de Duhalde y Lavagna con el FMI, que debutó con el pago de 2.600 millones de dólares de deuda externa en una semana, se ha revelado tal cual es: un brutal ataque al pueblo argentino.

Han comprometido la caída de centenares de miles de planes de empleo, un ajuste de 4.000 millones por parte de las empobrecidas provincias; destinan 13.000 millones de pesos al pago de deuda externa, pactaron tarifazos en servicios y combustibles, la privatización de la banca pública, la revisión de la ley de quiebras a favor de la ejecución de deudores.

A la par, comprometieron compensaciones multimillonarias a los banqueros por la pesificación e inmunidad para los funcionarios, mientras son perseguidos y reprimidos los militantes y las luchas populares. Han comprometido un dólar alto que impulsará una inflación enorme, mientras postergan la devolución de las rebajas realizadas a estatales y jubilados y proyectan el más absoluto congelamiento salarial. Aumentará la deuda pública, pero las provincias no podrán emitir más bonos.

El pacto firmado cede ante todas las exigencias del FMI y del grupo de países imperialistas llamado G-7. La crisis provocada por los privatizadores y vaciadores de la nación, será pagada mediante el saqueo de los bolsillos populares.

La supervivencia de la clase trabajadora necesita de la ruptura de este pacto infame apoyado por todos los partidos políticos del sistema. Este plan de guerra implica más depresión económica, más hambre, más estafa para ahorristas y pequeños productores. Reafirmamos la vigencia de nuestra lucha para que el gobierno de Duhalde se vaya ya y para que se vayan todos. Impulsamos una vez más la ruptura de la tregua de las tres centrales sindicales y la convocatoria a un paro activo nacional en el camino de la huelga general activa para quebrar el pacto infame y dar paso a un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

Cualquiera sea el curso de la crisis política que ha sumido en la fractura y el repudio popular a los partidos oficiales, es evidente la manipulación electoral, la incapacidad de dar una salida democrática a la crisis y el carácter continuista del plan político. Con su plan de guerra a seis meses, el FMI y la banca imperialista condicionan toda la salida política a la que se adaptan dócilmente los Rodríguez Saá, los Carrió y los Kirchner.

La clase trabajadora no puede ser la convidada de piedra en esta crisis de poder; proponemos la construcción de nuestro propio poder. Las organizaciones piqueteras, obreras y del pueblo en lucha que los enfrentamos diariamente en las rutas, las calles y los lugares de trabajo, que hemos protagonizado las masivas plazas en todo el país del 19 y 20 diciembre pasado en la perspectiva de otro Argentinazo, aquellas que pagamos con la sangre y la represión a nuestra lucha, damos continuidad a nuestros planes de lucha por el conjunto del programa resuelto en la Asamblea de Trabajadores del 28 y 29 de septiembre pasados.

Hoy, el reparto de horas de trabajo para generar puestos genuinos acabando con la flexibilidad laboral; el aumento general de salarios y planes de empleo, su extensión a todos los desocupados; la expropiación y puesta bajo control de los trabajadores de toda empresa vaciada o quebrada; la nacionalización de la banca, las AFJPs y las privatizadas bajo gestión de los trabajadores; el no pago de la deuda externa, como la anulación de toda la legislación represiva y procesos persecutorios y el juicio y castigo a los responsables de nuestros muertos y heridos, están más vigentes que nunca como única salida a la crisis a partir de las aspiraciones populares y no contra ellas.

Quienes bregamos por este programa y por otro 19 y 20 para llevarlo adelante, hemos ganado en número de organizaciones y en convocatoria, somos hoy un factor de la situación política y oposición real y activa al pacto con el FMI. Duhalde busca otro Puente Pueyrredón, como se apreció en el descomunal operativo de efectivos, armas, tanquetas y perros el 19 de febrero ante la masiva movilización piquetera que se desarrolló en todo el país. Buscan golpear la referencia piquetera de lucha para derrotar el movimiento de ocupación de fábricas, a los piquetes de ahorristas, para “limpiar” las calles de toda movilización popular.

Nos agrupamos una vez más, movilizados contra la guerra imperialista sobre Irak y en sintonía con la rebelión obrera y campesina del hermano pueblo boliviano, con el pueblo venezolano que ha derrotado el golpe fascista, siguiendo la onda expansiva del Argentinazo para acabar con la dominación imperialista en América Latina y en el mundo.

Por ello, las organizaciones firmantes lanzamos la convocatoria al Congreso Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, de Asambleas Populares y demás organizaciones populares en lucha que constituyen el bloque de la rebelión popular, para organizarnos en función de una perspectiva de poder de los explotados y llevar adelante los planes de lucha en torno a un programa, para que se vayan todos y tengamos un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

 

Convocantes iniciales:

Mtl, Polo Obrero, Mtr, Ctd Aníbal Verón, Cuba, Mtd Darío Santillán, Mpls, Coordinadora de Jubilados, Grupo de Asambleas Populares “Piquete y Cacerola” y 16 Asambleas Populares más (algunas sin mandato, con texto a discutir), CI Transporte del Oeste, Delegados de Metrovías (a discusión del conjunto del Cuerpo de Delegados), Congresales y Cuerpos de Delegados Lista Naranja Gráfica, Directivos Soip de Mar del Plata, Cta de Santa Cruz, Lista Marrón Municipales, Lista Violeta Ate, Directivos y Delegados Tribuna Docente, Directivos Cámara Comerciantes Vía Pública, Directivos Centros de Estudiantes Psicología y Arquitectura, Directivos Agr. Trabajadores de la Vía Pública, Movimiento Independiente de Ahorristas, CI Editorial Perfil, Lista Naranja de Prensa, Agr. Bordó de No Docentes (UBA). Otros agrupamientos, como la Mesa Ampliada de La Boca, participaron sin mandato y discutirán la convocatoria. El texto es girado al conjunto de los sindicatos combativos, organizaciones piqueteras, asambleas populares, centros estudiantiles y organizaciones en lucha de todo el país.