En cuestión de días, al calor del golpe de mercado y sus efectos inflacionarios, se ha agravado agudamente la situación de los contingentes cada vez más grandes de trabajadores desocupados y precarizados. Por eso, un frente de lucha piquetero, integrado por el Polo Obrero y otra gran cantidad de organizaciones (como Barrios de Pie, Cotel, MTR-Votamos Luchar y el Bloque Piquetero Nacional), ganó este 15 de agosto las calles en todo el país.

Sin dejar pasar un minuto, a contrapelo de la política de desmovilización de la CGT, el frente de lucha piquetero independiente de los partidos de gobierno, marchó contra la ofensiva de los capitalistas y en reclamo de un salario equivalente a la canasta familiar y un seguro al desocupado del 80% de ese salario, la duplicación inmediata de los programas sociales y su indexación por inflación, y mayores partidas de alimentos para los comedores populares a los que cada vez asisten más personas.

La movilización central tuvo lugar este mediodía en la Ciudad de Buenos Aires, de Avenida de Mayo y 9 de Julio a Plaza de Mayo. Convergió con una convocatoria del FOL y el Frente Darío Santillán (la llamada “cuarta pata” del Triunvirato Cayetano) y reunió 40 mil personas en el centro del poder político. Y se replicó en Rosario (con un acto frente a la Bolsa de Comercio), Mendoza, Córdoba, Neuquén (junto al FOL y Ceramistas), en la localidad sanjuanina de Chimbas (con concentración frente a la intendencia de Chimbas), en varias ciudades de Misiones, Mar Del Plata, San Nicolás, Tucumán, Salta y muchos otros puntos del país.

El Partido Obrero participó de la jornada piquetera, que lleva el planteo de una acción de lucha común de ocupados y desocupados, con asambleas en los barrios y lugares de trabajo y la convocatoria de un congreso de delegados de base para resolver un paro activo de 36 horas y un plan de lucha. Desde la concentración en Córdoba Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero, señaló que “mientras los capitalistas siguen remarcando los precios y remarcando con el dólar, los dirigentes sindicales nos dicen que esperamos y Alberto Fernández apoya la devaluación. Los trabajadores no podemos esperar, tenemos que intervenir ante el derrumbe del macrismo porque estamos pagando las consecuencias de la crisis”.