El Polo Obrero sale de nuevo a las calles en reclamo de trabajo genuino, por la tierra y la vivienda, junto a todo un pliego de reclamos que quienes gobiernan no dan respuestas. La convocatoria será el próximo jueves a las 10:30 horas desde Colón y Cañada.

La marcha no podía ser más oportuna puesto que el gobierno del PJ presentó el presupuesto 2021 en el que se establece una guía para el ajuste. Para encubrir la posición ajustadora se dice que se aumentaría en un 30% la asistencia social, es decir dos puntos por debajo de la inflación que el propio gobierno proyecta. Esto cuando todos los indicadores dan cuenta que la pobreza crece al ritmo de una inflación y desocupación que no paran.

Siguiendo lo presupuestado para el 2021, tenemos por lo tanto un ajuste “de la asistencia social” en lugar de un incremento. Esta orientación de recortes a lo que también se define como “gasto social” ya tiene meses de aplicación. Sucede que hubo recortes en las tarjetas alimentarias, en lugar de ampliar los beneficiarios. Tampoco se actualiza los montos de una asistencia que queda muy por detrás de la inflación y el Paicor (servicio alimentario) es claramente insuficiente. Además, el gobierno, en medio de la pandemia, mantuvo suspendidos durante meses el pago de los programas sociolaborales provinciales.

En este cuadro se produce el fin del IFE, otro golpe a las familias trabajadoras que están soportando los costos de una crisis que quienes gobiernan piensa seguir haciéndosela pagar.

La movilización que impulsa el Polo Obrero no podía ser más oportuna. Se trata de una convocatoria cuyo mérito salta a la vista. Se ofrece un método de frente único y un camino de lucha para quebrar la política de ajuste de quienes gobiernan.

En este punto no se puede olvidar el reclamo de tierra y vivienda. Las ocupaciones de terrenos que han resistido desalojos, en gran medida, fue gracias a la organización independiente de las familias que rechazaron la cooptación del Estado.

Con la movilización del próximo jueves se impulsará el reclamo de tierra y vivienda, mediante la creación de un plan de construcción de casas con salario de convenio. De ese modo se garantiza el derecho al trabajo y se empieza a solucionar el déficit habitacional que crece al ritmo de la crisis. En ese sentido, según los últimos informes oficiales, en el mes de octubre el costo de la construcción tuvo un aumento del “5,55% en su nivel general y del 40,58% en relación a octubre de 2019”, según publicó La Voz. De modo que el costo del metro cuadrado de construcción ahora llegó a un valor de $38.305,60. Ninguna familia aumentó sus ingresos en tal medida.

Por todo esto, el Polo Obrero cordobés saldrá a la calle por trabajo genuino, tierra y vivienda para las familias trabajadoras.