Desde septiembre pasado, en el Barrio 9 de Enero, a impulso de militantes del partido, un grupo de vecinos comenzó a reunirse en asamblea. Hartos de los punteros y de que la Unión Vecinal fuera usurpada y clausurada, comenzamos un trabajo de organización en torno de las reivindicaciones del barrio. Se firmó un petitorio denunciando a los punteros, reclamando planes Jefes y Jefas, por un comedor y un merendero, ropa y calzado para los chicos y remedios para todos los que los necesiten. En la Municipalidad nos pelotearon con el petitorio, poniendo como excusa que no teníamos personería, que “estábamos fuera de la ley”. Los vecinos respondieron que así estaban ellos, que tenían como referente en el barrio a un puntero cuyo mandato en la Unión Vecinal estaba vencido hacía 5 años. Así, la Municipalidad tuvo que comenzar una negociación con la Asamblea vecinal. Identificada con los principios del Polo Obrero, la Asamblea arrancó, tras la movilización piquetera del 7 de noviembre, en Buenos Aires el reconocimiento de los “planes” de 30 vecinos, cuyo empadronamiento se había realizado meses antes. Los vecinos han puesto en los últimos 50 días un merendero que se sostiene con el esfuerzo de los propios compañeros. Mientras gestionan el sostenimiento público, han arrancado el apoyo económico de trabajadores bancarios. El viernes 13 una decena de vecinos concurrió a la charla con Christian Rath en el centro de Mendoza, a una hora de viaje del barrio. Un día antes, una asamblea con 50 vecinos había recibido un informe del Polo Obrero nacional de Norberto Malaj.

El 24 de diciembre, el Polo Obrero vecinal se solidarizó con una rebelión protagonizada por una mayoría de jóvenes de un aserradero, donde trabajan más de 40 compañeros. Ese día, ante la falta de pago de los haberes, los trabajadores iniciaron un piquete frente a la fábrica quemando gomas y maderas. El 26 volvieron a hacer lo mismo. La policía intervino como “mediadora”, garantizando que a las 18 horas de ese día se pagaría todo lo adeudado y en efectivo. Esa tarde, el barrio todo lo vivió como un gran triunfo piquetero.

El Polo Obrero se propone ahora extenderse a toda la zona aledaña de esta importante región semirural-industrial del Gran Mendoza, en el corazón de Guaymallén, su distrito más poblado. El Polo Obrero está emprendiendo ahora un gran empadronamiento para el “Plan Familia” que ha lanzado el gobierno negrero de Iglesias. Este, que no sabe como distribuir esta “ayuda social”, se va a topar en primer lugar con nuestros padrones y movilización para imponer nuestros derechos. Junto a todo esto, el Polo Obrero se encuentra a la cabeza de la organización de la 1ra. Asamblea Provincial de Trabajadores Ocupados y Desocupados para febrero próximo, acompañado por otras organizaciones piqueteras con quienes participamos de la gran Marcha Federal.