La Coordinadora de Desempleados de Córdoba realizó su primera convocatoria, frente al Municipio local, para entregar un proyecto de ordenanza al ‘señor’ Intendente reclamando el empadronamiento de todos los habitantes de la ciudad que no tengan empleo o lo tengan en forma precaria, y un subsidio mensual de 500 pesos. Fuimos atendidos por el secretario personal; como nuestra convocatoria fue pobre, no pudimos forzar la presencia del propio Martí. Comenzamos siendo treinta con una ‘escolta’ de 200 policías, que confirma el estado represivo que vive la provincia.

Lo significativo fue la presencia y el eco en los medios de difusión, que no podían sino reflejar el debate instalado sobre la desocupación en el país y en Córdoba. En el “Gran Córdoba”, léase bien, el desempleo pasó en un año  del 15.2 al 17.2 y la subocupación tuvo un crecimiento explosivo, del 6.8 al 13.7%.

Allí mismo, en la concentración, se sumaron y se empadronaron 32 personas y no recibimos adhesiones de ningún tipo, pero hicimos saber dónde funcionábamos y en qué horarios. El día lunes siguiente se rompió la expectativa pobre que teníamos con respecto a convocar; los desempleados se acercaron al local, empadronamos doscientos cincuenta ese mismo lunes y convocamos a una nueva asamblea resolutiva. Hasta el momento de escribir esta nota, llevamos cuatrocientas personas empadronadas; todos estos desocupados ven a la Coordinadora como una esperanza ante la situación trágica del desempleo. La tarea que nos planteamos es organizar la movilización de barrios a los que les están cortando la luz o rematando la vivienda por falta de pago en las cuotas, previo a una nueva convocatoria.