El Barrio Soledad tiene las tierras

Doce días después del brutal desalojo del asentamiento, los vecinos del Barrio Soledad Corrales tienen un respiro, y la posibilidad de quedar afincados definitivamente en el predio que ocupan.


Luego de la acción represiva del 11 de junio, cuando cerca de mil efectivos policiales y las topadoras arrasaron con el barrio, esa misma noche, los trabajadores comenzaron a poner en pie sus casillas nuevamente. Al día siguiente recibieron la triste noticia de que el desalojo se había cobrado una nueva víctima inocente, un bebé de seis meses, que falleció por agudización de un cuadro de neumonía, producto de haberlo tenido que sacar en medio de los palos y los gases, con bajísima temperatura a la intemperie, ya que no había ambulancias para retirar los enfermos. Los vecinos denunciaron a la prensa este hecho y responsabilizaron a la jueza que había ordenado el desalojo. Otro escándalo, que involucraba a poderes del Estado, ganaba nuevamente las cámaras de televisión.


Volvieron a movilizarse al municipio, y realizaron gestiones ante el plan Arraigo, lo que trajo aparejada nuevas mensuras y negociaciones. El 24 de junio, se realiza en la Municipalidad de Lomas de Zamora una reunión de los delegados del barrio, con el “poseedor a título de dueño” Adolfo Cachon (el que originó el juicio que terminó en el desalojo), y el abogado César Matoso. Allí se firma un acta, refrendada por el director de la Secretaría de Gobierno, Julián Prato; el asesor de la Secretaría de Acción Social, Ignacio Greco, y otros vecinos presentes. En ella, el “poseedor” de los terrenos se compromete a transferir a los ocupantes los derechos que posee sobre los mismos, con excepción de una franja que conserva para sí, frente al Riachuelo. Construirá una pared medianera para separar los límites del barrio de su fracción. Los delegados del barrio junto a la Municipalidad realizarán una planificación urbana del lugar, con censo y asignación de lotes a las familias. Al día de hoy ya se reubicaron todas las casillas dentro del predio correspondiente. Esta acta se adjuntará a las actuaciones penales que están en trámite, para evitar futuros desalojos y consecuencias penales para los ocupantes.


Más allá de que el “poseedor” no tiene título de propiedad sobre los lotes, la puesta en vigencia de este acuerdo es una victoria de la lucha de todo un barrio. Un barrio que resistió varios desalojos. Que no cesó en ningún momento de pelear por lo que le corresponde. Ahora, frente a las tareas que se deben encarar, más que nunca hay que fortalecer el cuerpo de delegados por manzana, y la deliberación en asambleas generales, para ir resolviendo de conjunto todas las cuestiones comunitarias.