El Bloque y la Verón coparon la Capital

Con delegaciones de la CGT San Lorenzo, Zanón y Brukman

El jueves 23 de mayo, 5.000 piqueteros del Bloque Piquetero Nacional y la Coordinadora Aníbal Verón coparon el centro de Buenos Aires durante todo el día en una jornada de alcance nacional con grandes movilizaciones, como la realizada en Córdoba con casi 1.000 compañeros.


La movilización marchó desde Constitución hasta el Ministerio de Acción Social, allí recibió el aporte de una columna de Oeste y Norte, que incluyó una gran movilización de La Matanza, pero también de Moreno, Morón, Hurlingham, Tigre, San Martín, San Fernando y Maquinista Savio (Pilar), por el lado del Polo Obrero.


Desde Acción Social, no bien fueron recibidos los representantes por las autoridades, partió la columna de la Aníbal Verón hacia el Ministerio de Trabajo, donde esperarían (cantando y presionando para ser recibidos), la llegada de la columna del Bloque Piquetero.


El Bloque, ya engrosado por compañeros de Berazategui y otros puntos, que llegaron más tarde, partió luego de una confraternización con Barrios de Pie, que en número algo superior a 500 compañeros llegó a Acción Social con objetivos similares, por sus reclamos de alimentos y asistencia a los comedores. Si bien la dirección de Barrios de Pie no quiso ingresar junto al Bloque Piquetero a gestionar con las autoridades ni realizar un acto en común, las columnas se aplaudieron unas a otras al grito de “piqueteros, carajo”, “unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”.


Pero no fue la única confraternización. La escena se repitió, multiplicada, ante una movilización de un par de miles de bancarios, particularmente del Scotiabank, con aplausos recíprocos entre trabajadores ocupados y desocupados, durante el lento paso de los manifestantes bancarios por la intersección de Florida y Corrientes.


En el Ministerio de Trabajo nos esperó la Comisión Interna de Brukman y una delegación de ceramistas de Zanón, que junto a la CGT San Lorenzo, representada por Edgardo Quiroga y Ezequiel F. de municipales del Sitram (ambos en la cabecera de toda la movilización), fueron la “pata” sindical de la delegación obrera y piquetera.


La entrada al ministerio fue una batalla política aparte. La Caamaño no quiso recibirnos y dio orden de no hacerlo, así lo trasmitieron los policías. Horas antes, un golpe de Estado interno en el ministerio, había acabado con buena parte del personal administrativo que durante cinco años gestionó los planes de empleo, siendo acusados por la patota de Barrionuevo de ser “agentes de los piqueteros en el interior del ministerio”. Al mismo tiempo, en Córdoba, se le contestaba a los compañeros que 1.200 planillas del programa anterior de jefes, presentadas el 17 de mayo, “no existían”.


En ese cuadro, rodeamos el ministerio por atrás y por delante, “piqueteamos” el edificio a centímetros de la Guardia de Infantería y sus vallas, que temblaban y se caían a cada momento, hasta que por fin fuimos recibidos por la secretaria de Empleo y el jefe de Gabinete.


Tanto en Acción Social como en Trabajo, las definiciones fueron verbales y vagas. Pero aún así en Trabajo se informó que habría continuidad para los 500.000 beneficiarios anteriores al plan “jefes de hogar”, lo que incluye juventud y compañeros adultos sin cargas, al mismo tiempo que lo ingresado en Córdoba y en todas las “bocas” antes del 17 de mayo se está procesando y está en sistema. En Acción Social se pidieron listados de comedores para discutir asistencia.


Nada fue puesto por escrito y no creemos nada, por lo que el plan de lucha se profundiza. Además, nuestros reclamos tienen otro alcance: extensión de los planes a todos los desocupados, aumento salarial y de subsidios al desocupado equivalente a una canasta familiar, autonomía en la organización de proyectos de las organizaciones genuinas de desocupados y las Asambleas Barriales, 450 toneladas de alimentos mensuales para las familias, etc.


Sin duda, la jornada tuvo una enorme importancia política, en apoyo a los cortes de ruta y aguantes de Mosconi y Tartagal, de Mar del Plata, de Resistencia, de La Matanza, de Capital. Fue simultánea con el corte de ruta de La Matanza de FTV-CCC y particularmente con la imponente movilización docente de La Plata y la reanudación de la huelga general rionegrina.


Fue importante para Zanón, que anticipó sus reclamos contra un intento inminente de retomar el control de la planta por la patronal que operó sobre Duhalde a través del gobierno italiano; para la CGT San Lorenzo, que colocó el reclamo de una Comisión de Seguridad e Higiene obrera con intervención del ministerio para acabar con las explosiones y las muertes en las aceiteras; importante para Brukman, que elevó una vez más su petitorio. El sindicalismo piquetero actuó en común con el movimiento de desocupados. Integraron la delegación también representantes del Chaco y de la UTD de Mosconi en lucha.


Pero más importante incluso que todo esto es que ambas organizaciones, el Bloque y la Verón, plantearon la continuidad del plan de lucha para que se vayan Duhalde y el FMI, por otro 19 y 20, planteo que fue refrendado por Nicolás Lista en el acto final frente al ministerio. Esto se expresó en el paso de la columna por Plaza de Mayo al grito de “Que se vayan todos” y, por sobre todas las cosas, se expresará en las próximas jornadas de lucha, el 29 y la primer semana de junio, antes de la Asamblea Nacional, poniendo el acelerador para que el gobierno de Duhalde caiga a manos de los trabajadores y no como consecuencia de un nuevo recambio de los banqueros.