El movimiento piquetero contra la represión

Más de 15.000 compañeros marchamos contra la represión el jueves 2 de octubre, convocados por una veintena de organizaciones piqueteras, obreros de empresas ocupadas y también asambleas populares y algunas organizaciones de derechos humanos. Se trató de una reacción política formidable, rápida, frente a una sucesión de hechos represivos contra el movimiento de los trabajadores.


El La Plata hubo una dura represión a la Ctd Aníbal Verón; en Rosario, a Barrios de Pie; en el subte a varias organizaciones piqueteras; en Neuquén se les envió la gendarmería a los docentes; en Tucumán se reprimió a los ex-combatientes en lo que ya es una represión sistemática a todo el que se acerca a la Plaza Independencia (antes fueron reprimidos docentes de Uda y un grupo de la Ccc); tres compañeros del Mijd fueron detenidos en Presidente Perón después de la marcha por la despenalización del aborto. En esa misma semana, seis obreros de Brukman fueron procesados por usurpación, cuando van a cumplir dos años de lucha contra el vaciamiento y por la gestión obrera de la fábrica.


Siguen siendo miles los procesados por luchar, y las causas por el juicio y castigo a los responsables de las muertes de Kosteki y Santillán, del 20 de diciembre y de todos los caídos, están en un cono de impunidad total.


La designación de Juan José Alvarez el mismo día de la represión en La Plata no parece casual: se trata de uno de los responsables de la masacre del Puente Pueyrredón, cuando era ministro de Justicia y Seguridad. Su sola designación es un ataque a las libertades democráticas. Ya conocemos qué resultados puede dar “llenar las calles” (como prometió Alvarez) con los policías de Sobrado y Giacomino.


El gobierno intentó deslindarse. Respondimos que es el responsable. Instalamos un petitorio contra la represión, por el desprocesamiento y el juicio y castigo. Le dimos un marco de masas a los proyectos de desprocesamiento que duermen en cajones oficiales o parlamentarios, y esos proyectos serán uno de los temas centrales ante la Secretaría Nacional de Derechos Humanos, que se declara “sin poder político”. Sólo la movilización de masas podrá golpear al aparato represivo y sus procesos penales contra los luchadores.


El movimiento piquetero se puso a la cabeza de esta lucha. El centroizquierda, Hebe de Bonafini, la izquierda democratizante y un amplio arco de organizaciones de derechos humanos se dedican, en cambio, a aplaudir la “política de derechos humanos del gobierno”. Sólo la Correpi y, por supuesto, la Asociación de Profesionales en Lucha del Polo Obrero estuvieron en la movida.


La movilización fue la mayor desde la jornada de la ANT del 3 de septiembre por el salario y contra el FMI. Pero además constituyó un reagrupamiento del movimiento piquetero alrededor de este punto, en una etapa caracterizada por la atomización de algunas organizaciones y el giro de otras hacia el gobierno Kirchner. Estuvieron Barrios de Pie, el F19, el Mtd Resistir y Vencer, varios Mtd Anibal Verón (Berazategui y otros), el Fdu (ex Mtd), por supuesto la Ctd Aníbal Verón, las dos alas del Ftc y otros grupos menores, al lado del Bloque Piquetero Nacional. Faltó el Mijd, descoordinado de la medida (pero solidario políticamente con su realización, según marcó su dirección). Y el Mtr Martino faltó sin aviso.


El gobierno y la burguesía apuntan contra los piqueteros para que dejemos la calle, y de hecho somos víctimas de una feroz campaña de desprestigio por crear caos en el tránsito. Pero esta semana, en Buenos Aires, cortaron las calles los trabajadores del Same el lunes, el martes marcharon los médicos de la Sicop, el miércoles los obreros de Brukman, y esta marcha del jueves se topó, sólo sobre Avenida de Mayo, con un piquete de estatales, otro de trabajadores de los teatros y finalmente con uno de deudores hipotecarios, todo esto y fin de semana de por medio, de corrido con la multitudinaria marcha de las compañeras por la despenalización del aborto. La cuestión es que el movimiento piquetero es un factor político de reagrupamiento para todas las luchas en curso.