El tren siguió

Luego de la Marcha Nacional y el acto de cierre en Plaza de Mayo, 700 piqueteros de Córdoba, Tucumán, Catamarca y Santa Fe partimos en el tren del NOA.


En Zárate, por la puja entre las mafias patronales (entre los dueños de las vías y los del tren), fuimos tomados como rehenes. La experiencia vivida durante los días de marcha y actos en cada pueblo *justamente en Zárate, la columna fue recibida por los trabajadores de la Cooperativa Eléctrica, los docentes y la simpatía del pueblo en general* y el acto multitudinario en Plaza de Mayo, nos dieron fuerzas para resolver de forma colectiva el ataque que recibimos de las mafias patronales y de la Policía Bonaerense. Muchos compañeros empezaron a pensar que se trataba de una vendetta de Duhalde por la impresionante movilización a Plaza de Mayo.


Demostramos a los compañeros que nos acompañaron por primera vez, que la lucha da jugo y cómo hay que actuar. Mientras unos garantizaban la seguridad, otros recorríamos los vagones tomando nota de las necesidades de los compañeros (medicamentos, alimentos, pañales, leche).


Pudimos cohesionarnos con compañeros del Polo de otras provincias, del MIJD y de otras organizaciones que integran el Bloque Piquetero.


 


El Bloque Piquetero en acción


En la madrugada del día sábado, cortamos la calle frente a la estación de trenes, presionamos a las autoridades presentes (encargados del tren y la estación, y la policía), para que se movieran en busca de solución al problema y dieran de comer, alertándolos de que si no recibíamos respuesta por la mañana marcharíamos por la ciudad.


Por la mañana, al no tener respuesta, llamamos a asamblea y se decidió hacer un piquete: se cortó el viaducto, una calle y el puente ferroviario, y fue levantando por un manejo de la policía que tiró la información de que el tren ya salía.


Cuando regresamos a la estación y comprobamos que había sido una maniobra, hicimos una nueva asamblea a la que se sumó mayor cantidad de gente y se decidió retomar el piquete. Dispuestos a rearmar los tres cortes, la policía arremetió en el de la calle alternativa, donde destacamos la participación de los compañeros José, de Rosario, y Ada, de Tucumán, por su intervención en la defensa de los compañeros del piquete.


Nos desalojaron de ese corte pero nos agrupamos en el central, donde comenzaron a sumarse compañeros del Polo de Zárate, del MTL, de la Cooperativa Eléctrica, y los responsables del Polo de Córdoba y Tucumán.


El juez interviniente tuvo que ir al piquete y recién cuando se leyó la resolución (exigida por piqueteros) donde el juez obligaba a la empresa a garantizar que el tren llegara hasta Tucumán y que se le diera comida a todo el pasaje, se levantó con el triunfo en las manos.


Con la presencia de vecinos de Zárate y al grito de ¡Piqueteros, carajo! emprendimos el regreso fortalecidos para poner en pie agrupaciones de desocupados en cada barrio, y unir las luchas con los trabajadores ocupados. A la llegada del tren a Rosario, se realizó un gran acto, con un balance de la lucha librada. Los 700 piqueteros rosarinos, cordobeses y tucumanos del Polo Obrero realizamos una experiencia de lucha inolvidable.