Miles de trabajadores desocupados, organizados en el Polo Obrero y en el Frente de Lucha Piquetero, se han movilizado en las calles de las principales ciudades del país denunciando el crecimiento de la carestía y la pobreza en los últimos meses y la falta de políticas del gobierno para revertir el agravamiento de las condiciones de vida de los trabajadores y desocupados.

Con la consigna “No al pago de la deuda externa – Trabajo genuino” encabezando el pliego de reivindicaciones de la Jornada Nacional de Lucha, vuelve a manifestarse el planteo de una serie de medidas de urgencia para ofrecer una salida a los sectores más postergados en medio de las negociaciones del gobierno de Alberto Fernández con el FMI y los acreedores de la deuda externa.

En este punto, los convocantes señalan que el gobierno nacional ha priorizado una línea de negociación con los bonistas privados que conduce a la ruina de la economía nacional y a un mayor sometimiento del pueblo trabajador. Mientras la obra pública se encuentra paralizada; la pobreza alcanza a casi 16 millones de personas; no se han creado puestos de trabajo; se encuentra cerrado el acceso a los programas sociales y los montos de los existentes se mantienen congelados; y los alimentos enviados son insuficientes para atender las necesidades más elementales. 

La concentración más nutrida es la que se desarrolló en el centro porteño con miles de manifestantes, que tras realizar un reclamo ante las oficinas de Desarrollo Social responsables del suministro de alimentos, y luego de sufrir un intento represivo de las fuerzas policiales, se movilizaron a la casa de la provincia de Buenos Aires para denunciar la calamitosa situación que padecen las familias obreras en los barrios y el vaciamiento presupuestario en materia de obras públicas e infraestructura, asi como el incumplimiento de los compromisos de obra del Ejecutivo provincial. El dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, cerró su intervención en el acto denunciando que el dengue en la provincia de Buenos Aires esta haciendo estragos, junto a la pobreza, la desnutrición y el sarampión, ante lo que el gobernado Kicillof y su ministra de Desarrollo Social no han hehco nada. Reafirmó que este plan de lucha sigue hasta que haya una respuesta para terminar con el hambre y esta crisis que se descarga en las familias obreras.