Exaltación de la Cruz: el abandono de las barriadas en plena cuarentena 

En los barrios populares de Exaltación de la Cruz la cuarentena obligatoria ha empujado a cientos de familias a depender íntegramente de la asistencia del Estado para poder comer. La crisis alimentaria y la desocupación se agravan en medio de la pandemia. 


La exclusión de casi 40% de los preinscritos para el Ingreso Familiar de Emergencia es un golpe demoledor para muchas familias del distrito que hace varias semanas se las arreglan con casi nada y que tenían la expectativa de cobrar este paliativo. Los millones de rechazos son en muchos casos discriminatorios, como los que afectan a trabajadores migrantes con más de dos años de residencia.


A este cuadro se suman varias denuncias de personas que no han cobrado el monto previsto por la Tarjeta Alimentar, o que directamente no les han depositado nada. Esto cuando en el distrito la entrega de los plásticos quedó suspendida por la cuarentena.


El Polo Obrero viene reclamando al municipio que se atiendan estas necesidades de los más humildes. Además de la exigencia de asistencia alimentaria, nuestra organización junto al Frente de Lucha Piquetero viene impulsando el reclamo para que todos cobren el IFE y que se instrumente un seguro universal de desempleo de 30.000 pesos. 


Ante la creciente demanda, el merendero del Polo en el barrio San José de Tala de los Cardales se está convirtiendo en comedor; la semana pasada se entregaron más de 20 viandas con comida preparada por las compañeras de la organización, que se suman a los más de 60 bolsones distribuidos en el barrio. Pero faltan muchos recursos y el municipio no da respuesta. En San José (Capilla) logramos que la Municipalidad entregue bolsones para 20 familias hace ya varias semanas, pero no ha llegado nada más desde esa última entrega. 


El municipio tampoco entrega kits sanitarios. Cuando en casi todo el país ya se impone el uso de barbijos, miles no tienen acceso ni a ese insumo ni al alcohol en gel, ni a la lavandina. Esta desidia agrava la exposición de los barrios obreros ante la pandemia.


La cuarentena no puede convertirse en una condena al hambre y la miseria. El Estado municipal es tan responsable como el provincial y el nacional. Reclamamos que se atienda con urgencia las demandas populares para hacer frente a la crisis sanitaria y alimentaria.