Picún Leufú: Toma 7 de Mayo: una victoria que debe ser defendida

Polo Obrero

-Exclusivo de internet

Luego más de un año de lucha y sacrificio, los compañeros de la Toma “7 de Mayo” arrancaron al gobierno un acta-acuerdo, donde se compromete para el 1º de octubre la entrega de las tenencias precarias a las 64 familias que allí residen. La ocupación de los terrenos puso de manifiesto un déficit habitacional (oficial) de más de 400 familias, en un pueblo de apenas 5.000 habitantes. La Toma -“hoy es un barrio -dicen los compañeros-, superó la intimidación de la Justicia y los aprietes del gobierno y de sus punteros. Los vecinos ya le habían arrancado al intendente Suárez del MPN (luego destituido en medio de una crisis política) el primer compromiso de tenencia de los terrenos. En este cuadro y ante una nueva movilización, los concejales votaron una ordenanza habilitando la rezonificación del barrio, pero fue vetada por el intendente interino (Casteblanco, del MPN), volviendo al punto de partida.

Las elecciones ratificaron a Casteblanco como intendente electo y los vecinos volvieron a organizarse. Hostigados por la falta de luz, la precariedad de las instalaciones y la falta de cualquier asistencia social, comenzó la lucha.

Luego de una concentración frente al municipio, los vecinos instalaron un acampe que se convirtió en el dolor de cabeza para el gobierno, con radios abiertas y volanteadas en la comunidad. Los trabajadores municipales se acercaron a dar su solidaridad. Casteblanco respondió con una provocación: cerrar el comedor municipal(al que asisten diariamente 200 personas), acusando a los manifestantes de impedir su funcionamiento y decretó el asueto. Pero, en pocas horas, se abrió un comedor popular a instancias de los propios vecinos. Casteblanco, finalmente, tuvo que ceder.

El UNE (CTA), con dos representantes en el Concejo Deliberante, se borró durante el conflicto y adhirió al asueto, seguramente para no quedar comprometido con la lucha de los sin techo. Es lógico, ya que en el municipio de Neuquén Capital, donde comparten gobierno con los radicales K, lo que abunda es el negocio de las inmobiliarias y los palos para las tomas.

Logramos esta conquista, que debemos defender hasta su concreción, con la organización y la movilización independiente de los vecinos frente al Estado. Una condición fundamental para la pelea por vivienda, trabajo, pan, salud y educación para todos los trabajadores de Picún.

Adelante, compañeros.