Más de 10 mil compañeros del programa Argentina Trabaja paramos y nos movilizamos el viernes 11 contra los despidos y los descuentos arbitrarios en el programa que afectaron a cientos de compañeros.

La inmediata reacción de las organizaciones que convocamos a esta jornada es toda una advertencia para los punteros oficialistas de toda laya, quienes creían que podían manipular a los integrantes del programa en función de la interna oficialista.

El mismo día en que los jóvenes K, transversales, camporistas y evitistas recorrían las barriadas obreras amenazando con dar de baja a los beneficiarios del AT si no concurríamos al acto de Cristina en Huracán, miles de trabajadores paramos y nos movilizamos en un ejemplo de solidaridad con los despedidos y de rechazo a las presiones de los jóvenes “militantes” funcionarios oficialistas.

Desde las estaciones de Once, Retiro y Constitución fueron marchando las columnas del Polo Obrero, Barrios de Pie, FPDS, MST, Bloque Piquetero, entre otras organizaciones, que confluyeron en la Avenida 9 de Julio para concentrarse sobre Avenida de Mayo en una imponente movilización contra los despidos.

En los días previos a la medida se desarrollaron todo tipo de presiones desde el Estado para que la movilización no se realizara.

El mismo día de la movilización, los funcionarios del área de Desarrollo convocaron a una reunión “de emergencia” que tenía también el objetivo de impedir la movilización.

Finalmente, realizamos la medida, a la vez que arrancamos tres compromisos en defensa de los compañeros: 1) incluir en un listado de pagos complementario a los despedidos y el pago de los descuentos a todos los compañeros afectados para el viernes 18; 2) la incorporación de una tanda de compañeros, inscriptos en el programa hace varios meses y sobre los que hasta hoy no había habido respuesta, y 3) envío a todas las organizaciones de una lista de pagos mensual para su seguimiento por parte de las organizaciones, en función de evitar nuevos despidos.

Esta ha sido la primera gran movilización unitaria que respondió a una provocación de los funcionarios devenidos en operadores políticos de la interna K y obtuvo una victoria con el compromiso de reincorporación de todos los compañeros, pero sabemos que es necesario mantener el estado de alerta en todas las cuadrillas hasta que se cumpla.

Esta importante respuesta a los despidos debe servirnos para abrir un debate al interior de todas las cuadrillas de los más de 150 mil trabajadores, para elegir delegados, organizar a todos los compañeros que sufren la precarización laboral que significa este programa, levantar el reclamo de aumento salarial, el pase a convenio y el conjunto de las reivindicaciones de los trabajadores del AT.

Está claro que hay dos políticas bien diferentes en el programa, la de los punteros oficialistas que quieren manipular a los trabajadores para usarlos como tropa de maniobra electoral y, por otro lado, los que luchamos por organizar a los trabajadores por sus reivindicaciones.

El Polo Obrero va por su tercer boletín “En La cuadrilla” que viene planteando consecuentemente este camino.