La Asamblea de San Telmo saca a la luz toda la podredumbre

La acción de la Asamblea Popular de San Telmo ha vuelto a colocar sobre el tapete el operativo desalojador que el gobierno de Ibarra pretende imponerle a las familias que habitan el edificio del ex Padelai. Meses atrás, la Asamblea resolvió asumir la cuestión de la vivienda: “Nos dirigimos – señala uno de los integrantes de la Asamblea – a los compañeros que viven en los hoteles que banca el gobierno, y también a las más de cien familias que están en el ex Padelai”. La Asamblea elaboró luego un padrón de desocupados del barrio, e inició acciones sobre la Secretaría de Promoción Social que permitió conquistar bolsones de comida para estos compañeros.


“Pero cuando los funcionarios de ‘promoción’ chequeaban nuestro padrón, observamos con asombro que tachaban a aquellas familias que vivían en el ex Padelai. El argumento es que ellas son beneficiarias de un crédito que les permitiría mudarse de ese predio, y que, por lo tanto, si pueden acceder a un crédito, entonces no necesitan la ‘ayuda alimentaria’”. La Asamblea comenzó a interesarse, entonces, en la llamada “operatoria Padelai”. Los vecinos de este predio accedieron, diez años atrás, a una escritura que les otorgaba derechos de propiedad sobre el predio. En 1999, y desconociendo tales derechos, el gobierno de Ibarra inició una “operatoria” por la cual “facilitaba” el “traslado” de los vecinos… con el otorgamiento de créditos. Al mismo tiempo, el gobierno exigía que los “beneficiarios” renunciaran a sus derechos de propiedad. En el 2001, Jorge Altamira presentó un proyecto de ley para derogar esta “operatoria” desalojadora, y cumplir con el reclamo de los vecinos: “escritura por escritura”, lo cual significa que los vecinos del ex Padelai sólo renunciarán a su propiedad sobre el predio cuando el gobierno les entregue una vivienda digna.


A poco de andar, los asambleístas de San Telmo descubrieron con qué “métodos” el gobierno pretendía llevar adelante el “operativo Padelai”: “La funcionaria de Promoción Social que está a cargo de la llamada ‘unidad ejecutora’, del ex Padelai comenzó a bloquearnos toda posibilidad de organizar a los vecinos por los bolsones o planes de empleo”. Vasconcelo ha construido un corralito sobre la asistencia social en el ex Padelai, y con un objetivo claro: “Extorsionan a los vecinos, muchos de ellos desocupados, diciéndoles que para acceder a la ayuda alimentaria se tienen que acoger a la operatoria del crédito, es decir que se tienen que ir del Padelai”.


Pero cuando este chantaje no es suficiente, el corralito se transforma en ghetto: en el predio del ex Padelai se ha instalado una custodia policial permanente. Su única función es hostigar la vida y los movimientos de sus habitantes, no permitiendo, por caso, el ingreso de muebles o electrodomésticos. La Asamblea Popular de San Telmo comenzó a articular una acción común con los vecinos del predio, contra todas estas intimidaciones. En respuesta, Vasconcelo urdió un allanamiento policial contra uno de los vecinos del predio que se reunía con la Asamblea. Pocos días después – señala un comunicado de la Asamblea Popular – “la funcionaria irrumpió en el local donde funcionamos, con unas veinte personas que se colocaron rodeando a los concurrentes, en una clara acción intimidatoria”.


El pasado miércoles 19, una amplia delegación de la Asamblea Popular, junto a vecinos del ex Padelai, fueron recibidos por la Comisión de Vivienda de la Legislatura. Allí, los vecinos realizaron denuncias estremecedoras sobre el “cerco” tendido sobre sus familias. “Los policías instalados en la puerta no sólo no nos protegen: nos hostigan, al punto de acosar a nuestras hijas cuando vuelven de estudiar”, informaron. También se denunció la falta de mantenimiento edilicio del predio. Un abandono premeditado, que tiene como objetivo promover la desocupación del edificio.


La Asamblea Popular, junto a los vecinos del ex Padelai, han iniciado un plan de movilización, exigiendo la destitución de Vasconcelo y una salida a los reclamos de los habitantes del ex Padelai que esté fundada en el reconocimientos de sus derechos sobre el predio.