La tercera vuelta,la vencida

A escasas semanas del levantamiento del corte de ruta, la situación se ha agravado.


El municipio no solamente no otorgó puestos de trabajo a los más de doscientos casos considerados ‘conflictivos’ (que las autoridades cuestionaban porque no reunían los requisitos), sino que tampoco ingresaron a trabajar los 800 compañeros ‘reconocidos’ —cuyo legajo fue cargado al sistema informático.


Pero la intendencia sí viene adjudicando puestos de trabajo fuera del listado. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que estamos frente a un trabajo sucio y artero dirigido a desmoralizar a los desocupados, dividirlos y desconocer a la Coordinadora Teresa Rodríguez.


A este panorama se agrega el hecho de la no renovación de los planes de aquellos que ya venían trabajando, la no entrega de refuerzos ni de las 1.000 bolsas de comida convenidas.


La nueva etapa


El conflicto se replantea, por lo tanto, en todos sus términos. No hay otra que prepararse y preparar al movimiento para reiniciar la acción directa.


El texto del ‘acuerdo’ que en su momento dio lugar al levantamiento de las medidas tiene la firma del juez, el fiscal, concejales, representantes de la policía y de la curia, y por supuesto de la Teresa Rodríguez, pero ‘curiosamente’ no figura la del Poder Ejecutivo. Es decir, el gobierno no quiere asumir su responsabilidad.


Existía ya el antecedente de la violación que había cometido el municipio del acta del 22 de octubre, que sí había firmado.


Las ‘garantías’ de cumplimiento del ‘acuerdo’ que ofrecieron concejales, curas y representantes del poder judicial sirvieron para detener la acción de los desocupados, pero no al intendente. Los ‘mediadores’ tuvieron un protagonismo para acordonar el conflicto y apresurar su levantamiento, que no exhibieron a la hora de encarar medidas solidarias de acción. El planteamiento de una marcha general desde las puertas del municipio a la ruta y la convocatoria a un paro activo zonal (propuesta por el PO, en el marco de la comisión de solidaridad, en los momentos cruciales del conflicto y aplaudida fervientemente por los activistas), recibió como única respuesta la evasiva de las ‘fuerzas vivas’ presentes.


El propósito de este señalamiento no es escarbar el pasado sino devolverle actualidad, cuando la dirección de la Teresa Rodríguez ha planteado la formación de una Multisectorial, cuyos componentes no son otros que los que actuaron de interlocutores y ‘garantes’ del acuerdo.


Es necesario convocar a una asamblea general de desocupados que apruebe la reanudación de las medidas de fuerza por la satisfacción de los reclamos.


Hay que reclamar hechos a los sindicatos, partidos y fuerzas representativas e impulsar la inmediata convocatoria a una movilización para exigir la totalidad de los puestos de trabajo.